MESÓN SEGOVIANO.

Normalmente cuando edito estos foto-montajes de "Ventanas en el tiempo" suele ser para recordar algo de Madrid que ya no existe o para traer el recuerdo a nuestra memoria de un momento que ya no volverá.
Sin embargo en esta ocasión, me he encontrado un montaje en el que posiblemente el local actual, ha superado con creces, al que existía en tiempo de nuestros abuelos.
Es el caso de este local ubicado en la Cava Baja nº 35 y que antaño nos deleitaba con el Mesón Segoviano y ahora nos maravilla con los manjares de Casa Lucio.
Por separado, fueron y son dos maravillas de nuestra gastronomía y ahora con este montaje se fusionan para el deleite más de nuestros ojos que de nuestro paladar.


Si alguien conoce el autor de la fotografía antigua, agradecería su comentario para poder incluir su autoría.

FRASES Y REFRANES DE MADRID (parte 8)

Continuamos con otra entrega de nuestra recopilación de frases madrileñas. Como siempre al final os añadiré el enlace a las anteriores por si alguno no las pudo ver en su día.

Hasta el cuarenta de mayo no te quites el sayo. Esta expresión siempre se ha entendido que se refería al clima, y en ella nos avisaba de guardar prudencia para no meter el abrigo en el armario hasta el 10 de junio, ya que hasta esa fecha son habituales en Madrid chaparrones y días de frío.
Sin embargo, hay quienes mantienen que dicha expresión no tiene nada que ver con el clima, y se refiere a un exitoso burdel que existía en Madrid (posiblemente por la calle Montera) y que respondía a ese nombre “40 de Mayo”. Según se mantiene en esta teoría con ello se quería indicar a los que no eran de Madrid, que no se quitaran la ropa hasta llegar a este burdel, pues era el de más calidad. No he encontrado demasiados datos al respecto, pero me ha parecido tan curiosa la anécdota que aquí os la dejo.
Eres más agarrao que un chotis. Posiblemente sea la frase más castiza que podamos encontrar, con ella se hace una semejanza entre lo junto que la chulapa y el chulapo bailan nuestro baile regional por excelencia y el término “agarrao” que se refiere concretamente a lo que le cuesta a un individuo concreto gastar su dinero o invitar a sus amigos.
Hay gente pa tó. Esta expresión seguro que se ha venido usando desde hace muchos años y que su procedencia es posible que no sea ni si quiera madrileña, pero la incluyo en esta recopilación al respecto de esta famosa anécdota.
Una tarde fueron presentados en una terrza de la Plaza de Santa Ana el insigne filósofo José Ortega y Gasset y el afamado torero “El Gallo”. Este último que andaba sobrado de valor pero no de estudios pregunto a Don José que a qué se dedicaba, y este con su consabida educación y respeto le indico que era filosofo. “El Gallo” no entendía muy bien a qué se estaba refiriendo por lo que le contesto un célebre “Filo… qué, Ozu!!! hay gente pa tó” y de ahí la referencia de la expresión a la ciudad de Madrid.
Aquí hay gato encerrado. Esta frase nos viene a indicar que algo guarda un misterio o mantiene más sustancia de la que aparenta a simple vista.
El origen de la misma data del siglo XVI cuando se le llamaba “gato” a la bolsa que se anudaba en la cintura para guardar el dinero, ya que era la piel de este animal la que muchos se veían obligados a usar. Los madrileños solían guardar dicha bolsa entre los ropajes y por eso entre los ladrones comenzó a usarse la expresión “Aquí hay gato encerrado” para referirse a aquella persona que se sospechaba que llevaba una gran bolsa escondida.

Gran Vía

Vamos con otros fotomontaje más de estas ventanas del tiempo dedicadas a la Gran Vía. En este caso además de permitirnos recobrar los locales perdidos como el Pasapoga o el cartel de Camel en el edificio Carrión, también nos traen unos coches de poca e incluso ese divertido coche de carreras que parece que sin remisión acude a estrellarse contra nuestra realidad más reciente.
Espero que disfrutéis del contraste. 

Foto antigua archivo ABC.
Foto nueva Sergio Moreno.

MOBY DICK EN MADRID.

Cuando vives en una ciudad, tu cabeza raramente para a detenerse en que las calles donde vives no siempre estuvieron allí. En la zona de Moncloa por ejemplo, hasta hace bien poco no se levantaban todas las casas y edificaciones que hoy en día forman parte de nuestro paisaje más natural. Esta zona era una mera explanada en la que era totalmente habitual que se levantaran exposiciones al público de carácter más o menos temporal.
Una de estas exposiciones, fue la que trajo a Madrid a Moby Dick, una ballena que había sido capturada en el Atlántico Norte y que llegó a Madrid el 13 de Junio de 1954 exponiéndola allí para deleite de todos los madrileños, bueno, de todos los madrileños dispuestos a pagar las dos pesetas que costaba la entrada.
La ballena fue colocada sobre tres caballetes e incluso se le dejó la boca abierta para que los madrileños, poco duchos en aquel entonces en anatomía animal, pudieran entender bien su fisonomía, así como que los más pequeños pudieran disfrutar en el interior del animal. Frente a la entrada se colocaron unos grandes carteles describiendo los veinte metros de lago del animal, así como sus 60 toneladas de peso o sus hazañas marítimas.
El problema, fue que los organizadores no contaron con los calores propios de Madrid en verano y a los pocos días, el animal comenzó a exhalar un tufillo propio de su descomposición bajo el sol de infierno del verano madrileño.
Los vecinos comenzaron a elevar quejas sobre la insalubridad de vivir en la zona, incluso comenzó a correr en Madrid el dicho de “Aquí huele a ballena” para referirse a un lugar de olor desagradable.
El caso es que sin saber cómo, ni a donde fue a parar, una mañana desapareció el cuerpo del cetáceo, que junto con su pestilente hedor, evaporó las intenciones recaudatorias de los promotores de traer a tan extraño puerto de mar el cuerpo del animal.
Como complemento a la historia, os facilito este vídeo del NO-DO de la web de TVE, en el que entre otras noticias, nos muestra imágenes grabadas de la exposición del animal. (pincha sobre este texto para verlo) Tras la noticia del buque Esmeralda se encuentra la de nuestro animal.

Entrada a la exposición.

Recorte del ABC publicitando la exposición.



Calle Gran Vía.

Hoy vamos a recorrer este segundo homenaje a nuestra Gran Vía.
Cuando se me ocurrió este idea de realizar fotomontajes de viejas fotos de Madrid, con otras de nuestros días, una de las cosas que más me atrajo fue el poder rescatar antiguos comercios, que hubieran supuesto algo para todos nosotros pero que sin embargo estuvieran cayendo en el olvido con el paso de los tiempos.
Sin duda, uno de los primeros que llegó a mi memoria, fue el mítico SEPU, en el que pasé horas y horas con mi madre, y en el que como muchos, yo también me perdí, para aventura fijada en mis recuerdos, y para histeria de mi madre, que jamas volvió a permitirme separarme de su lado durante nuestras compras.
Espero que os guste este sencillo homenaje.


En carro por la Gran Vía.

El foto montaje de hoy personalmente me parece muy tierno, ya que aunque la Gran vía no sea, para nada, una de  nuestras calles más antiguas, en esta ventana en el tiempo, nos trae cuando por ella era habitual ver vehículos de tracción animal recorriendola.
En este caso vemos a una pobre cestera que sobre su carreta parece venir de ofrecer sus artículos en el Nebraska, mientras que un coche de época, se encuentra atosigado por un taxista impaciente a las puertas del Rey León. 
Por los edificios, prácticamente ningún cambio, todo sigue igual.


Fotografia antigua Fransesc Catalá-Roca.
Fotografia moderna Sergio Moreno.

MODESTO TRIGO.

Normalmente, suelo “aburriros” o “entreteneros” con mis aportaciones sobre efemérides, fotografías o curiosidades de Madrid, pero de vez en cuando, me gusta detenerme en algún personaje o pequeño comercio de nuestro día a día, que bien por su labor o por su modo de llevar a cabo su trabajo, me parece que merece una especial mención.
Este es el caso de Modesto Trigo, un pintor de ascendencia gallega que entre otros muchos temas, ha invertido parte de su tiempo y todo su arte, para poner a Madrid retratado en varios de sus cuadros. Vais a poder ver nuestros lugares más emblemáticos casi aún más bonitos de lo que se levantan ante nuestra mirada.
Espero que os sorprenda tanto como me sorprendió a mí al descubrir su obra, seguro que pasado un rato, seguiréis buscando en alguno de sus cuadros algún detalle que os revele que no son fotografías. Un artistazo como la copa de un pino.

Reflejos de Gran Vía 100 años después. (Óleo sobre lienzo 100x100 cm)

Asfalto 2, (Óleo sobre lienzo 195x130 cm)

Después de la tormenta,. (Óleo sobre lienzo 81x100 cm.)

Estación de Atocha, simetrías. (Óleo sobre lienzo 195x130 cm.)

Asfalto 1. (Óleo sobre lienzo. 97x146 cm.)


También os dejo sus datos de contacto para que podáis seguirle:

Para contactar con el Autor: modesto@mtrigotrigo.com