ARCO DE CUCHILEROS

Encontrar un fotógrafo en Madrid es algo bastante habitual para cualquiera de los que nos gusta recorrer sus calles objetivo en mano, encontrar a un fotógrafo a las siete de la mañana fotografiando Madrid ya suele costar algo más, pero encontrar al mismísimo Francesc Catalá Roca fotografiando el Arco de Cuchilleros sesenta y dos años después de que él realizara su fotografía, lejos de ser cosa de brujas es un lujo que creo que hasta la fecha sólo hemos podido disfrutar de esta forma.
Espero que os guste la composición, os puedo asegurar que es un absoluto homenaje a este maravilloso fotógrafo por cuyo ojo tantas veces hemos mirado, gracias a cuyo objetivo podemos ver hoy en nuestros días, imágenes que de otro modo hubieran sido imposibles de recordar o inmortalizar. 
Gracias Francesc por toda tu fantástica obra. 


Fotografía antigua: 1953 Francesc Catalá Roca.
Fotografía moderna: Octubre 2015 Sergio Moreno

-ATENTADO ALFONSO XII-

A veces resulta burlesco lo voluble que se vuelve la historia y como algunos hechos se vinculan a lo largo de la historia sin demasiado sentido provocando extrañas coincidencias.
Este es el caso del intento de atentado de Alfonso XII el 25 de octubre de 1878, en el que el a punto estuvo de morir a menos de doscientos metros de donde su hijo, 28 años después también fue víctima de otro atentado que de nuevo también resultó fallido, al sufrir una ataque con una bomba Orsini envuelta en un ramo de flores, que fue lanzada desde lo alto del edificio de la Calle Mayor 88 al paso de la carroza real el día de su boda.
Pero vamos al atentado que hoy nos compete, al de Alfonso XII, el cuál pese ser fallido y no generar heridos alguno, tuvo realmente una bajísima repercusión en los diarios de la época, es más el juicio sumarísimo y la condena a garrote vil que sufrió su protagonista, apenas tuvieron repercusión en los medios escritos de entonces. Pero vamos por partes que nos estamos adelantando.
El atentado ocurrió casi en la esquina en la Calle Mayor, cuando el monarca de regreso de un viaje se dirigía a caballo de camino al Palacio Real acompañando a las tropas que venían de unas maniobras, aprovechando el refugio del gentío que se agolpaba para recibir al monarca por las calles de Madrid, un joven obrero catalán de 23 años, tonelero para más señas y que respondía al nombre de Joan Oliva Moncosí, le descerrajo dos tiros en el pecho a una distancia de apenas un par de metros de su víctima. Los disparos misteriosamente no llegaron a herir al monarca por lo que o bien el pobre de Joan no era demasiado ducho en el manejo de las armas, o bien los nervios de verse a punto de cometer semejante magnicidio hicieron que su pulso no mantuviera la firmeza que el acto requería.
El monarca fue conducido a palacio a toda marcha y el joven reducido en el instante y arrestado por la guardia del Rey, la cual le interrogó, y al declarar este que era de pensamiento republicano, originó la excusa perfecta para poder registrar e irrumpir en diferentes locales de dicho pensamiento, con la intención de recabar pruebas aunque más movido por un interés de registro que por encontrar datos sobre el Joan, que para que nos vamos a engañar ya estaba sentenciado desde el momento de realizar los dos disparos.
El joven al parecer, había llegado una semana antes a Madrid con la idea de terminar con la vida del rey fijada en su cabeza, y al parecer horas antes de su atentado, entró en un café a escribir las últimas líneas de su diario, en la que contaba los pormenores de su atentado y los motivos que le movían.
Finalmente y sin demasiada dilación, pasó a ser juzgado menos de un mes después (12 de Noviembre de ese mismo año) y el 4 de enero de 1879 ejecutado mediante pena de garrote en Chamberí, terminando con su vida de la manera más absurda posible.




FUENTECILLA

Me encanta cuando encuentro un lugar de Madrid que ha sobrevivido inalterable al pasar de los tiempos. En este caso no estamos hablando de fotografías con más de un siglo de diferencia como en casos anteriores. Pero no me negaréis que no es gratificante encontrar esta pequeña y coqueta farmacia que desde la foto antigua de 1947 se ha mantenido inalterable hasta nuestros días.
Sirva este trabajo como homenaje a todos aquellos farmacéuticos y boticarios, que siguiendo la senda de la Farmacia de la Reina Madre (comercio abierto más antiguo de Madrid), han venido cuidando y desvelándose por nuestra salud. Desde aquí nuestro más sincero reconocimiento.


Foto Antigua. 1947 Si alguno conoce el autor le agradecería me lo indicara.
Foto moderna. 2015 Sergio Moreno.

CINE IDEAL

Hoy la ventana en el tiempo nos lleva a 1916, al mes de inauguración del Cine Ideal en la calle Doctor Cortezo. El cine en su imagen exterior poco ha cambiado, pero no deja de ser paradójico el pensar de un vistazo de todas las aventuras que se han vivido en estos 99 años, tanto en su interior como en su exterior.  
A día de hoy, salvo la bajada al túnel, por la que un loco peatón parece querer bajar, y los nuevos comercios que ahora lo rodean, pocos cambios más podemos advertir. Incluso parece que algunos personajes de entonces y de ahora entablaran conversación en el tiempo y la distancia. 

Fotografía antigua: Fuente ABC (o al menos publicada en el periódico) 1916
Fotografía moderna: Sergio Moreno 2015.

Manifestación Preciados

Corría el 19 de Julio de 1936, cuando la población madrileña cargada con palos y estacas enfilaba la calle Preciados en esta preciosa instantánea. Estaba recién iniciada la guerra entre hermanos más cruenta del continente y la que esperemos lo sea de toda nuestra historia.
Hoy gracias a la magia de la composición fotográfica, podemos ver como se entremezclan con las personas de nuestros días que ajenas a lo que se les viene encima parecen entorpecer e incluso enfrentarse a su paso.
Para algunos será un recuerdo duro, para otros la constatación de algo que sucedió en nuestras calles y que con las prisas de nuestros días, a veces olvidamos que fue mucho más cercano de lo que nos imaginamos. No está de más de vez en cuando traer estos recuerdos a nuestros días, no sea que los olvidemos del todo.


Fotografía antigua: 19 Julio de 1936. Desconozco el autor pero si alguno lo sabe, le rogaría que me lo indicara para poder indicarlo.
Fotografía moderna: Sergio Moreno. Septiembre de 2015.

PLAZA DE LOS CARROS

Desde siempre, la Plaza de los Carros ha tenido un lugar en nuestro corazón. Quizá sea por ese espíritu tan nuestro que se ha mantenido en el tiempo, o por esa Iglesia de San Andres que se ha venido ampliando y manteniendo desde el Siglo XII, peor lo cierto es que lleva siendo punto de reunión de los madrileños durante todos estos años.
Hoy se juntan los carros con los coches modernos. Las gentes que se encaminan a tomar algo en las muchas terrazas de la zona, con las que dedican todo su tiempo al trabajo y la tarea.
Disfrutemosla todos bajo ese precioso cielo azul, quizá sea de esos puntos de Madrid que aún no se han vuelto transformados por nuestras prisas.



Foto antigua 1910 Hermanos Missé.
Foto moderna. 2015 Sergio Moreno

MATA HARI

Hoy vamos a repasar un poco la historia de ésta mujer, que si bien no está ligada directamente a Madrid, sí que nos da una imagen de enredos y conspiraciones, que ya repasamos cuando hablamos sobre el café Embassy de Madrid y que en gran parte se manejaron en un Madrid que se mantenía “neutral” a una guerra que conmocionaba y manejaba el mundo entero. Seguro que os despierta alguna curiosidad sobre su personaje.
Margaretha Geertuida Zelle, que así se llamaba la Mata, nació en Holanda, más concretamente en Leeuwarden un 7 de agosto de 1876, su madre Antje Van der Meulen era procedente de la Isla de Java y aunque he visto algunos escritos que contaban que fue ella la que le dio su toque artístico en el baile, eso es algo poco probable, dado que esta falleció cuando la pobre Margaretha sólo tenía 6 años. 
Por ello se crió bajo los protectores, muy muy protectores brazos de su padre Adam Zelle, un sombrerero holandés, que intento cubrir la ausencia de una madre, dando a Margaretha todos los caprichos que esta tenía. Quizá por ello la niña desde muy pronto desarrolló una tendencia a la manipulación masculina, y sobre todo a los uniformes, por los que desde muy joven sintió cierta atracción. Con tan sólo dieciocho años, contesto a un anuncio de contactos en el que el oficial holandés Rudolf John McLeod buscaba esposa, y se casó con él tan solo un año después.
Pero la joven Margaretha no parecía llamada a vivir una vida de amada esposa tranquila y sosegada, y tan solo cuatro años después sufrió la muerte de su hijo envenenado, y como la relación con su marido se enturbiaba tristemente, estando la familia afincada en Java debido al destino de su marido. Cansada de los malos tratos y las borracheras de su marido, cuando la familia retornó a Europa, se largó a París, sin su hija pequeña, de quién perdió la custodia en un juicio, y aprovechando los rasgos exóticos heredados de su madre, así como su belleza, consiguió hacerse pasar por bailarina, imitando los bailes que había visto durante su residencia en Indonesia, para comenzar su carrera bajo el sobrenombre de Mata Hari, cuya traducción sería “Ojo del Amanecer”.
En París rápidamente se convirtió en una estrella y comenzó a visitar otros países en sus giras. Entre ellos estuvo en Madrid donde llegó en 1915 al Central-Kurssal y al teatro Alhambra entre otros,  y donde despertó los deseos de lo más granado de la nobleza madrileña. Era habitual verla en el Café Gijón y en los mejores locales madrileños a los que siempre acudía muy bien acompañada.
Este interés desmedido que desataba entre los hombres la llevo a mantener relaciones, más o menos intensas, con importantes mandos de ambos bandos, como eran el capitán alemán Von Kalle,  con quien mantuvo un sonado romance en el Palace de Madrid (aunque ella era más asidua del Ritz); con el cónsul alemán en Amsterdam Eugen Kraemer o con el oficial ruso Vadim Masslov quién se dice que fue el único amor verdadero de su vida.
El caso, es que es que esta situación de privilegio de poder moverse con soltura por las costuras de ambos bando la llevaron a convertirse en espía doble y fue el jefe del contraespionaje francés, el capitán Ladoux (supuestamente propuesta por su amor, el oficial ruso Masslov) quién, en la visita que ya hemos comentado en 1915, ya la había encargado personalmente, de hacer seguimiento al embajador alemán en Madrid, quién sin desmerecer para nada sus encantos femeninos, no terminó nunca de caer en sus redes ni de fiarse de ella al completo.
El caso es, que según se dice, la cupletista Raquel Meller la denunció, por lo que al regresar a París, fue detenida en París un 13 de febrero de 1917 y fusilada un 15 de octubre de 1917, tras un juicio que duró escasas horas y en el que no existían grandes pruebas de su culpabilidad, salvo el testimonio de algún amante despechado, algunas hipotesis en las que se basó el arresto y una carta enviada por Margaretha desde Madrid y que fue interceptada en la Torre Eifel, y en la que al parecer, se podía intuir su labor de espía en la sombra.  
El caso, es que pocas dudas quedan a día de hoy, de que realmente fuera culpable de espionaje y de que su paso por Madrid, no dejó a prácticamente nadie indiferente, aunque hoy nos parezca que quizá la pena y el juicio fue algo precipitado y desmedido. 

 Pelotón de fusilamiento que terminó con la vida de Mata Hari representado para el cine

Detalle de la ficha de detención de Mata Hari

Imagen de Mata Hari en todo su esplendor