LA ESTATUA DE LOS CUATRO GENIOS.

En medio de la plaza de Oriente, frente al maravilloso Palacio Real, se encuentra una de las estatuas más maravillosas que se puedan encontrar en Madrid. Se trata de la escultura ecuestre de Felipe IV
Lo que hace esta estatua tan increíble no es tanto su belleza y majestuosidad, que posee a raudales. Lo que lo hace tan especial es su complejidad técnica para la época en que fue realizada 1640, ya que se trata de la primera escultura de un caballo que descansa únicamente sobre sus cuartos traseros.
Hasta entonces nadie había conseguido lograr tal hazaña dado que el peso del bronce hacía imposible el lograr el equilibrio necesario y o bien se quebraban las patas, o bien la escultura terminaba en el suelo.
Esta escultura es obra de Pietro Tacca quién la elaboró a raíz de dos diseños del propio Velázquez y quién comenzó el diseño en la postura de “al paso”, como se solía hacer en la época con el caballo apoyado por tres de sus patas, pero tuvo el bueno de Pietro la suerte de contar con un asesor un tanto especial, quién encontró la manera de conseguirlo. Dicho asesor no fue otro que el propio Galileo Galilei, quién tras distintos estudios se le ocurrió la idea de realizar la escultora en dos partes. Primero la partes trasera del caballo la cuál es totalmente maciza y después la parte delantera, la cual es hueca y permite balancear el peso global de la escultura. Después interiormente unió el pecho del caballo con una barra de hierro que se dividía en tres uniéndose a las patas traseras del animal y a su cola la cual si nos fijamos también se apoya sobre el suelo dándole un contrapeso adicional por detrás de la escultura.
Pero parece ser que tal maravilla de la ingeniería no le pareció tan impresionante al propio Rey, que al verla dijo que no le gustaba la cabeza y la mandó a los almacenes por unos meses, hasta que se le cambiara la cabeza. Y es entonces cuando entra en escena el cuarto de los genios, que no es otro que el propio Juan Martínez Montañés, gran olvidado por la inmensa mayoría de los guías que a diario explican esta celebre estatua. Montañes, realizó el busto del rey en barro y una vez que este lo aprobó, se fundió en bronce para que rematara una de las más impresionantes maravillas de su tiempo.
La estatua no fue inaugurada oficialmente hasta el 17 de noviembre de 1843, un año antes de que la plaza de Oriente tuviera decidido su actual diseño.
Así que ya sabéis, a los que desconocierais su secreto seguro que la próxima vez que paseéis por allí la miráis con otros ojos y a los que conocíais su secreto, por favor no os olvidéis de ninguno de los genios que participaron en su creación que por desgracia no se les suele hacer justicia a todos ellos.

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Estatua de Felipe IV frente al Teatro Real.
Fotografía Propia

Cuadro de Velazquez que sirvió de diseño
Museo del Prado

Retrato del Juan Martínez Montañés esculpiendo la cabeza del Rey 
Museo del Prado



FRASES Y REFRANES DE MADRID (Parte 16)

Que no te la den con queso Cuando le decimos a alguna persona esta expresión queremos indicarle que tenga cuidado no vaya a ser engañado y realmente la expresión no podía ser más afortunado ya que su origen es literal. Durante un tiempo era común que las tabernas tuvieran vinos de distintas calidades, los cuales se solían servir dependiendo de la confianza con el cliente o de lo educado de su paladar, los taberneros que de tontos no han tenido nunca ni un pelo, solían acompañar los vinos peores de un trozo de queso de sabor fuerte, para que las papilas gustativas quedaran adormecidas por el efecto del queso y así el vino pareciera de mejor calidad de lo que realmente era.
Esto es la caraba Antiguamente se utilizaba esta expresión para indicar que algo era increíble o que no se podía creer. Su origen no está del todo claro pero existe una leyenda que por graciosa aquí os la recuerdo. Según cuenta, existía un feriante, gitano para más señas, que recorría los pueblos con el reclamo de ¡¡¡Pasen y vean a la caraba!!! ¡¡¡Pasen y vean a la caraba¡¡¡ El público atraído por aquel misterioso nombre pagaban la entrada y pasaban a ver de qué se trataba, y al entrar se encontraban con una mula vieja y agotada tendida en el suelo descansando y al gitano que explicaba “Aquí tienen a la que c´araba (que araba) antes y ahora ya no lo hace por lo vieja que se encuentra.
Vete a la porra. Con esta expresión intentamos indicar a nuestro interlocutor nuestro deseo de que se marche bien lejos o desaparezca de nuestra vista. Su significado y origen hoy nos parece que no tiene demasiado sentido, sin embargo todo cambiaría si alguien nos dijeran que antiguamente cuando los chicos jugaban a algún juego se denominaba como la porra, al que le tocaba jugar, tirar o participar en el último turno, por lo que la expresión es muy acertada para mandar a alguien lo más lejos que podamos.
Echar un polvo!!!! Supongo que el significado de esta expresión no es desconocido para nadie, pero sin embargo su origen no es tan popular como cabría de esperar, y es que su origen proviene de una moda que se puso muy en boga, y no es otra que la de esnifar tabaco o rapé como normalmente se le conocía. Al parecer no estaba bien visto esnifar este polvo en público, debido a que con normalidad tras esnifarlo se solía estornudar, motivo por el cual la gente solía salir de la estancia para hacerlo. Llegado el momento se comenzó a usar este momento de escapada, para tener fortuitos encuentros con las amantes en cuartos contiguo lejos de las miradas del resto de asistentes, y de ahí la conexión entre el “Voy a echar un polvo” de entonces y el de ahora.


Grabado antiguo en el que se ve a un hombre esnifando polvo de tabaco.

GARCÍA DE PAREDES

Fotografía antigua: Autor y años desconocido. SI alguien conoce algún dato rogaría que me lo indicara
Fotografía moderna: Sergio Moreno Octubre 2016.

EL ORIGEN DE LO MÁS CASTIZO.

Por definición el madrileño suele tender a ser un poco chulo en su manera de ser. Es algo que hemos “mamao” desde chicos y que forma parte de nuestro ADN. Por consiguiente, tendemos a tener cierto comportamiento, que nos lleva a defender lo nuestro como lo más genuino que existe in the wold, y a creernos en cierto modo como inventores de todo lo nuestro.
Pero hoy vamos a ver que en verdad, no somos tan originales como nos creemos y que aunque nos pese, nosotros también hemos recogido y adaptado nuestros iconos de otras culturas y lugares. Vamos a ello:
En primer lugar, como dice el dicho no hay nada más castizo que un chotis. Éste es nuestro baile típico, que mantiene la más costumbre chulesca y un tanto machista, que históricamente ha tenido nuestro acervo cultural. Pero en realidad este baile no es invención nuestra, en verdad, no es más que una adaptación de una polka bohemia, que es tocada un poco más lenta. Esta pieza se retoma a 1830 y se hizo tremendamente popular en toda Centro Europa, naciendo de ella distintas adaptaciones y variantes del original.
La primera vez que llegó a España, fue presentada como una polka alemana en el Palacio Real, el 3 de Noviembre de 1850, aunque en verdad no era una polka alemana, sino una versión de ésta que era originaria de tierras escocesas y que recibía el nombre de Scottish.
El baile pronto se hizo popular entre la realeza y por ende se traspasó a lo más popular de la sociedad, la cual se encargó de castellanizar el término, pasándose con el tiempo a derivar el baile de “Scottisch” a “Chotis”.
Nuestro segundo elemento más castizo es sin duda el organillo, el cual tampoco es un invento español. Es un invento italiano que tras haber tenido una gran aceptación en nuestros vecinos latinos fue introducido en España por Luigi Apruzzese en 1908 tras casarse con una madrileña y asentarse aquí instalando un taller de reparación de pianos, pianolas y otros instrumentos musicales.
Anteriormente en España, se utilizaba una caja de música la cual utilizaban los bufones y buhoneros ya desde tiempos de los Reyes Católicos, pero mal que nos pese fue en Italia donde este instrumento derivó en el madrileño organillo y no es España como todos hubiéramos pensado.  
Por último, vamos a ir con otro de los más castizos elementos que no es otro que el mantón de Manila. Aunque su nombre ya nos da una pista, lo cierto es que ni siquiera sus inicios en nuestro país son genéricos de Madrid.
El origen de estos mantones se retoma al siglo XVI cuando en España los barcos que llegaban repletos de mercancía de ultramar, como Filipinas, China y otros puntos del lejano oriente, solían descargar en el puerto de Sevilla.
De Manila, en Filipinas, nos llegaban unos pesados fardos de tabaco con destino a la fábrica de Tabaco de Sevilla. Allí se originó la tradición de las cigarreras, que eran mujeres generalmente jóvenes y se condición humilde, que se encargaban en desplegar aquellos fardos, secar el tabaco y después elaborar el tabaco según la finalidad que este fuera a tener.
El caso es que para que aquellos enormes fardos de tabaco no ranciara debían estar envueltos en una fina tela de seda, por lo que las cigarreras lejos de desestimar aquella tela de tanta calidad, que no podía caer en sus manos de no ser por aquel medio, comenzaron a cortar aquellos pedazos y a añadirles distintos motivos coloridos y orlas, imitando  los envidiados mantones que venían de la china y que podían ver descargarse, también en el puerto de Sevilla.
Esta tradición fue pasándose de cigarrera en cigarrera hasta llegar a Madrid, en donde algunos comerciantes viendo el boom de aquella prenda comenzaron a elaborarlos de más alta calidad y a un precio que resultaría completamente desorbitado para las originarias cigarreras sevillanas.
Como habéis podido ver, chulos somos y seremos por siempre, pero tampoco nos engañemos, que no somos tan originales como podemos creernos en alguna ocasión.   

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Nada más castizo que saber llevar un mantón de Manila.

Salvadora, la última organillera de Madrid.
Fotografía de Juan Yanes.


Aquí tenemos al padre de Salvadora, de quién heredó su oficio.
(Fuente entredosamores)



CATEDRAL DE LA ALMUDENA


Fotografía antigua: Autor y año desconocidos. Si alguien los conoce rogaría que me lo indicara. (Fuente Pinterest)
Fotografía moderna: Sergio Moreno. Octubre 2016.

PLAZA DE PUERTA CERRADA.


Fotografía Antigua: Urech aproximadamente 1950 (Fuente José C. Perez)
Fotografía Moderna: Sergio Moreno 2016

CASA DEL ATAUD

Fotografía antigua. 1902 autor desconocido. Si alguien lo conoce rogaría que me lo indicara. (Fuente Secretos de Madrid)
Footgrafía moderna 2016 Sergio Moreno.