A cualquier madrileño que le digas
que si vamos a la calle de la Bola le producirá el efecto de comenzar a salivar
de manera automática y es que no en vano en el número 5 de esta calle, se viene
cocinando desde 1870 uno de los cocidos de más solera y prestigio de Madrid, no
os diré que es mi preferido (para gustos los colores), pero desde luego nunca
es una mala opción en los días en los que comienza a acuciar el frío. La
taberna de la Bola siempre debe estar en nuestra agenda.
Pero bueno una vez que ya os he
despertado el monillo de tomar un buen cocido, vamos a pasear por esta calle.
Don Pedro de Répide nos cuenta que antiguamente esta calle se llamaba de la
Encarnación, por el convento situado en la misma, y que más tarde también se la
conoció como calle del General Malcampo, pero su actual nombre, y por el que
más se la ha conocido proviene de que en la esquina de la calle, existía un
abola de piedra para salvaguardar la esquina del paso de los carruajes. También
existe la leyenda de que en esta calle existía una pista de bolos la cual como
reclamo tenía colgada una impresionante bola colgada, y que en día de fuerte
huracán la bola salió disparada y fue a parar contra una de las ventanas del Alcázar.
Esta historia aunque graciosa es bastante poco creíble, no por la distancia que
tampoco es tanta, ni por la presencia de huracanes en Madrid, cosa que aunque
ahora nos parezca de locos, sí que hay escritos que mantienen su existencia,
sino por el que ya nos vamos conociendo e historias de este tipo sobre Madrid,
las hay de todos los colores, y aunque me encanten y nunca me resista a
comentarlas, siempre hay que darles el valor que tienen.
Como curiosidad en esta calle se
imprimieron los facsímiles con los que se proclamó la huelga revolucionaria de
Agosto de 1917.
Pues nada señores, ya hemos conocido
algo más sobre esta calle, ¿Comenzamos la ruta del cocido de este año? Empiecen
por donde gusten pero no dejen de hacerlo nunca.
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