Es difícil encontrar en todo el mundo, una capital que tenga tantos bares y restaurantes por metro cuadrado como los que tiene Madrid, tenemos comida de todos los colores sabores e ingredientes posibles, y bares en los que te pueden tirar desde la mejor caña o el mas delicioso de los vermuts o el más imposible de los cockteles. Pero sin duda alguna tenemos una tipología de restaurante que es casi imposible encontrar en cualquier otra parte del globo, y no son otros que los restaurantes castizos.
Restaurantes que con mayor o menor solera continúan manteniendo la castiza tradición de tapear, de las raciones, de tomar algo ante la más mínima oportunidad. El restaurante Casa Paco, al que he querido dedicar esta ventana en el tiempo, es sin duda un claro exponente de este tipo de bares. Lleva dando sus deliciosas carnes y sus recetas de comida castellana desde 1933 y con su excelente cocina y su inconfundible fachada roja, a buen seguro que continuará deleitándonos por muchos años más.
Fotografía antigua: Autor y año desconocido (Fuente nicolas1056)
Fotografía moderna: Sergio Moreno 2017
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