LOS PRIMEROS ESQUÍS DE MADRID
Ayer, por uno de esos privilegios que da el contaros
estas historias de Madrid, tuve el honor de ser invitado a la presentación de
la "Guía del barrio de Lavapies y Embajadores" que acaba de publicar
José Luis Rodríguez- Checa para la editorial la Librería.
El encuentro fue una reunión de amantes de Madrid, en
la que además de poder saludar a amigos, se contaron vivencias y anécdotas de
este Madrid que tanto nos enamora.
Os cuento esto, pues uno de los invitados, el Dr.
Francisco José Marín Perellón, de la imprenta Municipal de Madrid, nos contó
que los primeros esquíes de Madrid se habían fabricado en el Barrio de Lavapiés.
Dado que esta era una anécdota, que yo al menos,
reconozco no haber oído nunca, y dado que uno es curioso por naturaleza, me
puse a investigar sobre el tema al llegar a casa, y es por ello, que aquí os
puedo contar esta curiosidad olvidada en el recuerdo de nuestra ciudad.
Efectivamente como nos contó el maravilloso Francisco
José, los primeros esquíes de Madrid se habían fabricado en la calle Argumosa
número 17, para ser más exactos.
La historia comienza en 1877 en un pueblecito de
Noruega llamado Fredrikstad, donde nace el protagonista de nuestra historia,
Birger Sörensen. Cerca de este pueblecito, se creó la primera escuela de esquí
moderno, por lo que el bueno de Birgen, comenzó a practicar este deporte en su
Noruega natal desde que era un niño.
Qué ocurrió, pues que a principios del 19, cuando el
bueno de Birger era solo un chaval, se ve obligado a venirse a Madrid, para
encargarse de la sede española que la empresa familiar Maderas
Sörensen Jackelin y CIA, tenía en la citada calle
Argumosa nº 17.
Esta compañía se abastecia frecuentemente de la madera en los aserraderos de la Sociedad Belga de los Pinares del Paular en Guadarrama, por lo que nuestro protagonista se fabricó sus propios esquíes en su propio taller, con la idea de cuando subiera al aserradero, poder seguir practicando el deporte de su infancia y que aquí practicamente nadie había escuchado jamás.
Cogió dos tablones, los cortó a su medida, los lijó
para facilitar el desplazamiento, y con vapor y presión, dobló sus puntas para
darles la forma requerida y de camino al aserradero, paró en una
de las laderas y
allí se lanzó, convirtiéndose también en el precursor del esquí en la Sierra de
Madrid.
Más tarde junto a su amigo Sigud Christiensen, y tras el impacto que vierón que aquello montaba en otros amigos que le manifestaban su interes por practicar aquél deporte tan divertido, montaría la primera escuela de instrucción de esquí en España.
Tal fue su importancia en este deporte en nuestro país, que hoy una de las laderas que más frecuentaba nuestro simpático amigo, que es un apéndice de la Cuerda Larga desde el alto de las Guarramillas hasta el Puerto de Cotos, recibe en su honor, el nombre de la Loma del Noruego; aunque estoy totalmente seguro, de que casi nadie de los que la recorren, serán conocedores de que ese nombre encierra esta maravillosa historia.
Por desgracia, nuestro amigo nos dejó a los 33 años,
enfermo de Tifus y aunque su nombre cayó rápidamente en el olvido, aquí desde
este humilde blog, os lo hemos querido traer a la memoria, como uno de estos “madridados”1, que con tanto orgullo recibe una ciudad tan acogedora y multicultural
como nuestro Madrid.
Espero os haya resultado curiosa.
Esquiadoras en la Sierra de Madrid, año 1933, treinta años despues de nuestro pionero amigo. Fotografia Alfonso.

Única fotografía de nuestro amigo que he conseguido localizar. Desconozco año y autor.
1 Madridado, es un término no reconocido, que usamos
algunos amantes de Madrid, para referirnos a los madrileños que no tuvieron la
suerte de nacer aquí. Proviene de la contracción de “Por Madrid adoptado” y de
“De Madrid enamorado”.
QUIZ DE MADRID A LA NUBE
El juego contiene más de 500 preguntas aleatorias, por lo que podrás jugar tantas veces como quieras.
Si te cuesta ver el juego, puedes pulsar en las dos flechas que aparecerá en la parte inferior derecha, para ampliar el juego a la totalidad de tu pantalla y que te sea más cómodo jugar.
No me enredo más. Espero que te guste, si es así, comparte con tus amigos para que ellos tambien puedan jugar y recuerda comentarme cual ha sido tu resultado.
PUERTA TOLEDO
La Puerta de Toledo es uno de los monumentos más emblemáticos de Madrid, pero ¿sabes qué secreto esconde bajo sus cimientos? En este post te vamos a contar la curiosa historia de este arco, desde su construcción hasta su significado político y simbólico.
La Puerta de Toledo se levantó
por orden de José I Bonaparte, más conocido como Pepe Botella, en homenaje a su
hermano Napoleón, que le había nombrado rey de España. La obra se inició en
1812, pero no se terminó hasta 1827, ya que sufrió varias interrupciones por
los cambios políticos y sociales que vivió el país.
Como curiosidad, al inicio de su construcción
bajo la Puerta de Toledo se guardaron varios objetos que pretendían dejar
constancia de la época y del reinado de José I. Entre ellos se encontraban unas
monedas, unas guías sobre Madrid y la Constitución de Bayona, el documento que
daba legalidad a su gobierno.
Sin embargo, cuando los
madrileños expulsaron a los franceses en 1814, el arco pasó a ser un homenaje a
Fernando VII, el rey legítimo que había sido depuesto por Napoleón. Los objetos
que habían sido enterrados por José I fueron sacados y sustituidos por otros que
representaban el retorno del absolutismo. Entre ellos estaba la Constitución de
Cádiz, también llamada la Pepa, que había sido promulgada en 1812 por las
Cortes de Cádiz como la primera constitución española.
Pero la historia no terminó ahí.
Fernando VII no estaba dispuesto a aceptar la Pepa, que limitaba su poder y
establecía una monarquía constitucional. Por eso, en 1823, con el apoyo de los
Cien Mil Hijos de San Luis, un ejército francés enviado por la Santa Alianza
para restaurar el absolutismo en España, abolió la constitución y persiguió a
sus defensores.
De nuevo, los objetos que habían
sido enterrados bajo la Puerta de Toledo fueron cambiados por otros que
reflejaban el triunfo del rey felón. Entre ellos se encontraba una moneda con
su efigie y una inscripción que decía: “Fernando VII por la gracia de Dios”.
Pero la historia aún tenía un
último capítulo. En 1833, al morir Fernando VII sin descendencia masculina, se
desató una guerra civil entre los partidarios de su hija Isabel II y los de su
hermano Carlos María Isidro, conocido como el pretendiente carlista. Los
isabelinos eran liberales y querían recuperar la Pepa, o al menos una versión
depurada de ella, mientras que los carlistas eran absolutistas y querían
mantener el antiguo régimen.
Durante esta guerra, la Puerta de
Toledo fue testigo de varios enfrentamientos entre ambos bandos. Finalmente, Isabel
se queda con el trono y como resultado, se vuelva a enterrar bajo la Puerta de
Toledo los objetos que representaban la constitución liberal y el reinado de
Isabel II. Entre ellos se encontraba una copia de la Pepa y otra moneda con la
imagen de la reina niña.
Según cuenta la leyenda, Fernando
VII antes de su muerte, dejó escondida bajo la Puerta de Toledo un último secreto
del que nadie más supo y que quizás algún día, sea desenterrado como recuerdo y
memoria del peor rey de España.
La Puerta de Toledo hoy en día,
es uno de los símbolos más representativos de Madrid y uno de los lugares más
visitados por los turistas. Su diseño es obra del arquitecto Antonio Aguado,
que le dio un estilo neoclásico con tres arcos y dos cuerpos laterales.
En su fachada principal se puede
ver un escudo con las armas reales sostenido por dos leones y coronado por una
corona real. En su fachada posterior se puede ver otro escudo con el escudo de
Madrid, también coronado por una corona real.
La Puerta de Toledo se encuentra
en la glorieta del mismo nombre, donde confluyen varias calles importantes de
la ciudad, como la Ronda de Toledo, la calle de Toledo y la Gran Vía de San
Francisco. Desde allí se puede acceder a otros lugares de interés, como el
Rastro, la Basílica de San Francisco el Grande o el Palacio Real.
Como has visto, la Puerta de
Toledo tiene una historia fascinante y llena de sorpresas. ¿Te ha gustado este
post? Si es así, no dudes en dejarnos tu opinión en los comentarios,
compartirlo en tus redes sociales o seguir leyendo otros posts sobre la historia
de Madrid en nuestro blog. 😊
Fotografía moderna: Sergio Moreno 2021
Fotografía antigua: Finales siglo XIX Fuente Archivo Moreno Imágenes del Viejo Madrid
Fotografía moderna 2019 Sergio Moreno.
Fotografía antigua: Año 1955. Autor desconocido (Fuente Blog el Espinillo)
Fotografía moderna: Año 2016. Sergio Moreno.

Efemérides de Madrid. 4 de enero.
1624.- Fallece en Madrid el escritor y músico Vicente Espinel.
1833.- Fernando VII restablece la designación de heredera de la corona a Isabel en perjuicio de su hermano Carlos.
1895.- Fallece en Madrid el general Manuel Pavía, protagonista del golpe de estado del 3 de diciembre de 1874.
1920.- Fallece en su casa de la calle Hilarión Eslava nº 7, el genio de la literatura, Benito Pérez Galdós.
1943.- Se realiza la primera emisión del NO-DO.
1977.- Se promulga la Reforma del sistema político para terminar con el anterior sistema utilizado durante el franquismo.
1977.- Se modifica la Ley para que los nombres inscritos en el Registro Civil sean en cualquiera de las lenguas oficiales.
1978.- Nace en Madrid la cantante María Isabel González-Meneses García-Valdecasas, más conocida como Mai Meneses del grupo Nena Daconte.
1979.- Abre al público el tramo del Metro entre Alfonso XIII y Esperanza.
¿JUGAMOS?
EL BETI
Corrían los tiempos del ínclito Alfonso de Borbón y Borbón, de Borbón y Borbón, de Borbón y Borbón, de Borbón y Borbón, más conocido por todos como Alfonso XII por aquello de no resultar reiterativo y morir de borbonidad, cuando su mujer María Cristina de Habsburgo y Lorena, conocida digo yo en su casa como la Mari Cristi o la Regentita, y que tenía más mala leche que Risto Mejide en un talent de televisión, visita San Sebastián durante un veraneo. Mari Cristi queda tan prendada de la Bella Easo, que ni corta ni perezosa se pone a inaugurar casas y palacetes por allí y decide que el agua de la Concha será la que le moje sus tobillines durante gran parte de los veranos de su vida y que las kokotxas pasen a ser delicatessen de primera.
Allí comienza a ir a ver partidos de pelota vasca, y tal es la regularidad con la que acude que se convierte en una follower de los más importantes pelotaris del momento.
Dado que no hay reina, ni reinona, que no tenga un nutrido número de palmeros dispuestos a ir allí donde quiera la influencer, llega un momento en que la pelota vasca se convierte en un deporte del gusto de las más altas esferas, y claro, como en Madrid está la corte, el deporte se traslada y comienzan a proliferar los frontones en la capi, como mejillones de batea.
En estas estamos cuando a Pepe Arana le toca la Lotería de Navidad y se decide a promover todo tipos de lugares y eventos culturales entre San Sebastian y Madrid. Es entre otros, el promotor de la Semana Grande de San Sebastián, gerente del Teatro Real, promotor taurino y quien le suelta al arquitecto Joaquín de Rucoba y Octavio de Toledo quinientas mil pelas de las de entonces, para que haga el frontón más piti de la capi.
Este, que ya había realizado edificios como la Plaza de toros de la Malagueta o el mercado Central de Altazanares, se pone a diseñar a lo grande y construye un frontón como si no hubiera un mañana, con unas 4000 personas de aforo, más del doble del siguiente frontón más grande de los madriles, el cual es inaugurado el 29 de mayo de 1894, (o de abril, que también hay quien adelantan un mes la fecha de inauguración).
El problema es que al abrirse tantos frontones en Madrid, y comenzar a ensombrecerse el deporte por la sospechas de amaño de los resultados, debido a las apuestas montadas por el Codere de la época, pues la gente comenzó a perder interés por asistir y tres años después de su apertura, se hizo tan insostenible el organizar allí eventos, que se cerró para la actividad para la que había sido creado.
Lo curioso es que tras aquello se ha utilizado para casi de todo y en casi todas las actividades para las que se usó, ha durado más de lo que duró como frontón. Ha sido concesionario de motos Harley Davidson y de la marca americana de coches Studebaker, almacén de yeso, de encurtidos, dispensador de la vacuna de la polio (que a ver si nos creemos que lo de la vacuna del Covid es la primera vez), comisaría y prisión durante la Guerra Civil, lugar de ensayo para grupos de música con proximidad a la falange, y de nuevo, concesionario y taller de chapa y pintura de la Citroën. Por ser, fue incluso el lugar elegido para probar y presentar el primer mando a distancia de la historia. ¡Ahí es na!
En 1997 en un estado bastante ruinoso es comprado por la sociedad vasca Jai Alai quienes tras un largo periodo de luchas y burocracia, junto con la asociación Salvemos el Beti Jai, consiguen que en 2011 la Comunidad de Madrid lo considere Bien de Interés Cultural y que se inicien los trámites para su rehabilitación, cosa que aunque aún está en proyecto, a día de hoy nos permite poder visitar para conocer esta maravilla de nuestro Madrid y la recuperación de uno de los edificios más antiguos que se conservan en el barrio de Chamberí.
Aquí os dejo algunas fotografías de mi reciente visita, para aquellos que aún no hayáis podido pasaros a verlo.
Visión de la parte trasera del frontón
Detalles de la reconstrucción en madera tras retirar los techos de uralita que se instalaron en su etapa como taller de chapa. Magnifico trabajo de rehabilitación.
Todas las fotografías son propias.