LA CALLE BALLESTA.

Casi perpendicular a la Gran Vía, podemos recorrer esta calle que por fortuna ha sido recuperada del aspecto lúgubre y dejado que lucía en las décadas anteriores, gracias a los nuevos inquilinos de sus locales, que con su esfuerzo e inyección económica, han conseguido hacer renacer esta calle que no está libre de su encanto particular.
El nombre de la calle viene de la historia que cuenta como aquí vivía un cazador de origen alemán, que junto a su casa tenía un corral. El cazador mantenía con vida algunos animales en dicho corral, que había recogido en sus cacerías, y los utilizaba para que los madrileños, previo pago de la entrada que este quisiera cobrar, pudieran practicar el tiro con ballesta contra los pobres animales.
Cuenta la leyenda que un Jabalí que había traído consigo de una cacería en el Pardo, ejerció de activista de Green Peace y en el intento de escapar de las heridas que el macabro pasatiempo le estaba originando, atacó al cazador, hiriéndolo de muerte y terminando de esta manera con los entrenamientos de sus asiduos matarifes.
Esta calle también guarda otras curiosidades, como que en el número treinta, murió el General Serrano Bedoya en 1882 el cual fue ministros de Guerra o lo que hoy sería Ministro de Defensa, o que en el número trece vivió la escritora Rosalía de Castro.
También en lo que entonces era el cuarto segundo del número tres de la Travesía de la Ballesta (Hoy calle de Loreto y Chicote), permaneció escondido el General O´donnell en casa de un amigo suyo, José María Allear hojalatero para más señas, cuando esté comenzó a ser perseguido durante las fechas iniciales de la Revolución de julio de 1854. Este escondite salvó al General de sus perseguidores, los cuales no le buscaban precisamente para recorrer las calles de la Calle Ballesta para tomar algo por sus tabernas.


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Calle Ballesta desde una de sus terrazas.


Mural que actualmente puede verse en la calle Ballesta

Retrato del General O´donnell.

EL SEGUNDO ATENTADO MÁS SANGRIENTO DE NUESTRA HISTORIA.

En Madrid, casi como en toda España, cuando hablas de atentados, a casi todo el mundo le viene a la memoria toda la barbarie que la banda terrorista ETA he esparcido por nuestras calles, sin embargo ninguno de los dos máximos atentados de nuestra historia está vinculado a la banda.
El primero de ellos, sí que lo tenemos fresco en nuestra memoria, y no es otros que los atentados del 11M cuando la banda yihadista Al Qaeda nos arrebató de cuajo una parte de nuestros corazones al desperdiciar la vida de 191 personas y más de 1800 heridos.
Pero el segundo atentado más sangriento de nuestra historia es más habitual que caiga en nuestro olvido, y no es otro que el que se pertrecho el 31 de Mayo de 1906 en el número 88 de la Calle Mayor de Madrid, durante la celebración del matrimonio de Alfonso XIII con Victoria Eugenia de Battenberg.
Lo ocurrido fue que tras casarse en la Basílica de los Jerónimos, Don Alfonso y su esposa iniciaron un desfile de celebración por las calles de Madrid, que se llenaron de madrileños que sin dudarlo, habían llegado las calles para felicitar a los recién casados.
Como comentábamos a su paso por el que hoy es el número 84 de la calle Mayor, un anarquista que respondía al nombre de Mateo Morral y que sólo tenía veintiséis años,  subió (unos dicen que al tercer piso, otro que a la azotea) de la pensión en la que se hospedaba y desde allí lanzó una bomba de tipo Orsini, que según se comenta le había llegado unos días antes desde Francia.
Mateo que ya había intentado otro atentado un año antes contra el monarca, envolvió la bomba en un ramo de flores y subió a la azotea decidido a terminar definitivamente con la vida de Alfonso.
La buena o mala fortuna, dependiendo de para quién, quiso que al lanzar el ramo homicida, esta chocará contra los cables del tranvía, desviando la dirección del lanzamiento y cayendo sobre los madrileños espectadores que alegres saludaban a la comitiva.
Aquel desgraciado hecho, terminó con la vida de 25 personas  e hirió a más de cien. 
Mateo tras el atentado salió corriendo del lugar y corrió a esconderse en la redacción del periódico El Motín, consiguiendo escapar de Madrid.
Sin embargo el dos de Junio, fue reconocido por varios ciudadanos en un ventorrillo de Torrejón de Ardoz. Ellos dieron la voz de alarma a un Guardia particular de Campo que respondía al nombre de Fructuoso Vega quien le dio el alto solicitándole la documentación y que lo acompañara al cuartelillo.
Tras su detención existen dos hipótesis contradictorias. Una que dice que al sentirse acorralado se quitó la vida. La oficial, que nos indica que éste se entregó pacíficamente pero que en su traslado al cuartelillo mató al guardia y posteriormente se quitó la vida. Otra en cambio apoyada más en el estudio forense de las heridas de ambos cadáveres, sostiene  que ambos se dispararon mutuamente acabando el uno con la vida del otro.
Como curiosidad terminaré indicando que Mateo Morral no era un pobre hombre que no supiera lo que estaba haciendo, es más, unido a lo ya dicho sobre que un año antes había intentado otro atentado contra el rey, como ellos mismos declararon, éste solía codearse con celebres personalidades como Pío Baroja o Valle Inclán en el Café Candelas de la calle Alcalá, por lo que, para nada se trataba de un analfabeto que hubiera sido convencido para realizar el atentado, no, se trataba de un terrorista de primera, cuya figura no debería endulzarse con el romanticismo del paso del tiempo.

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Momento de la explosión de la bomba 
(Fuente elperiodico.com)

Cadáver de Mateo Morral, presuntamente tras suicidarse de un tiro en el pecho.
(Fuente ABC)

Caballo muerto por la explosión de la bomba.
(Fuente jotdown.es) 

Monumento a los caídos en el atentado. 
(Fuente propia)

Monumento a los caídos en el atentado. 
(Fuente propia)

Antiguo monumento, desmantelado durante la segunda República.
Fotomontaje fuente propia.

Reflexiones desde un reflejo

Somos la ciudad que no duerme, con más bares que habitantes y nuestra constante costumbre de hacer madrileño a cualquiera que pise nuestras aceras.
Somos los del Carrión, los de Metropoli, los de bacalao en Casa Labra y el cocido en Zalacaín o la Bola.
Somos los del mejor Metro de Europa, los de los suicidas en bicicleta y los de los atascos de una hora para comprar el pan.
Más chulapos que un chotis y más valientes que Clara y Manolita el 2 de Mayo.
Somos los de las manifestaciones sin final, los de la bandera de Colon.
Somos más que Esquilache, que no pasarán, que unas manos blancas al Sol por Miguel Ángel.
Los de vamos Rayito, que tenemos un doblete, que como no te voy a querer si somos campeón de Europa por décima vez.
Somos los de todo el mundo al suelo y los de las campanadas de cada final de año.
Somos de Retiro, de Campo del Moro y de ir de un parque en Oeste hasta otro en Oriente.
De rompernos la camisa en Casa Patas y el corazón en Atocha una mañana de Marzo.
Somos los que beben el agua del grifo, los del Ratoncito Pérez, más chulos que un ocho y los de que el ¡Tío Vive!
Somos los que giran la cara al ataque de un ratero y los que okupan Sol para que todo un país se levante.
Los de abuelos en cunetas, los de puño en alto y los de arriba España.
Somos los de Lope, los de Quevedo los de Gongora y los de un tal Muelle escrito por cada esquina.
Somos la Mariblanca, Torre Picasso, Tetuán de las Victorias y los Carabancheles.
Somos los de Velazquez en la puerta y los de los Fenix en el cielo.
Los de un Rastro para cambiar cromos y los de las peleas en el Gasómetro.
Somos de verbenas, de tapeo, de Mahou, de Limonada, de panaderos Vallekanos y de impúdicas Púnicas.
Somos de Majos, Manolas, Chisperos y Petimetres. De diosa Cibeles y Neptuno en Recoletos.
Los de movidas de los ochenta con la falda almidoná y la solapa con lo que quiera.
Somos de todos lados y aquí nos hemos quedado, con los gatos, con las calles, con las Puertas y con todo lo que nos hace saber que de Madrid, sin ninguna duda… al cielo.
Y a pesar de todo lo que somos, no somos reflejo de nada, aunque al igual que esta fotografía, nuestro reflejo sea absolutamente inigualable.


Fotografía del reflejo de la Almudena en una ventana del Palacio de los Consejos


Imagen y texto de Sergio Moreno.

JULIA, LA ESTUDIANTE DE MALASAÑA.

Madrid siempre ha sido una ciudad repleta de estudiantes, no sólo por la afluencia de universidades que tenemos, sino por el propio espíritu estudiantil de nuestra villa.
Sin embargo hay una joven estudiante que ha calado muy hondo entre los vecinos del conocido como barrio de Malasaña, y no es otra que “Julia”.
Julia siempre descansa recostada en la calle del Pez cargada con sus libros los cuales observa con una dulce sonrisa. Es vecina de Malasaña desde el año 2003 y pese a ser una estatua de bronce, es tal el cariño cogido por sus vecinos que muchos la saludan a su paso, o la dedican una caricia. Los niños siempre quieren pasar a saludarla y a disfrutar de su compañía.
Pero para saber algo más de ella, debemos irnos al Madrid de mediados del siglo XIX, cuando una joven con un amor incondicional por la lectura decidió que quería ir a la universidad y aprender de los grandes autores. Allí prácticamente se rieron de ella y le dijeron que no podía acceder. Que el paso a la universidad sólo estaba permitido para los hombres. Julia ni corta ni perezosa se cortó el pelo, se puso la ropa de su padre y fiel a sus convicciones se matriculó con un nombre falso para poder cumplir su sueño de graduarse en la Universidad Central.
La Universidad Central se encontraba en aquel entonces en la Calle San Bernardo, por ello, no es mal sitio el que Julia con su estatua nos espere en la calle del Pez, deseosa que pasemos a recordar su preciosa historia de sacrificio, igualdad y lucha por la mujer.
La estatua que podemos contemplar en la calle del Pez, como hemos comentado, se puso en el año 2003 y es obra de Antonio Santín. Ha estado allí desde entonces, salvo prácticamente un año (2011) en el que se retiró a Barajas para ser reconstruida ya que una mañana, sin saberse muy bien qué ocurrió, amaneció tendida en el suelo.
Sirva esta entrada como homenaje para Julia y para todas las estudiantes femeninas que rompieron las barreras de un Madrid que no se lo puso del todo fácil.
Por si te has quedado con ganas de conocer algo más del personaje, te dejo este corto de Marián S. Miranda. Me ha parecido muy bonito.


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Julia recostada sobre su pared.
(Fuente dolcecity.com)

Rostro de Julia (Fuente dolcecity.com)

Julia en el suelo esperando a ser puesta de nuevo en su lugar de la calle del Pez. (Fuente somosmalasana.com)

Julia siendo reparada. 
(Fuente El Pais)

EL PIRULI.

Hoy como mera curiosidad, os dejo estas fotografías y este vídeo de la construcción de Torre España, más conocido por todos como "El piruli".
Aunque para muchos es uno de las construcciones más feas de Madrid, no es menos cierto que con sus 220 metros (232 con la antena incluida) es sin ningún lugar a dudas la construcción que más personas usan cada día.
La torre comenzó a edificarse en febrero de 1981 y terminó su construcción el 7 de junio de 1982, justo a tiempo para poder emitir la señal de seguimiento del Mundial de futbol de 1982 que TVE estaba obligada a emitir para todos los países del mundo. Sin duda supuso para la época el principio de una televisión de calidad que permitía llegar sin problemas a todos los puntos del país. Hoy con la televisión digital nos parece una mera construcción de hormigón, pero en su día supuso todo un avance tecnológico, sin más que contaros devolvemos la conexión a Torre España.






Fotografías fuente de la web de RTVE.


SAN ISIDRO LABRADOR

En los alrededores de Madrid, nació entre el 1082 y el 1100 (según los que de fechas saben) un joven que por su devoción y su fe en Dios, pasaría a convertirse unos cuantos años atrás en San Isidro, en nuestra figura preferida del Santoral.
Aunque no hay demasiados datos biográficos de él y los que tenemos están envueltos en esa capa entre la leyenda y el sacrificio que guardan los héroes del santoral, hoy éste hereje sin remedio, va a intentar contaros su visión particular de la vida del Santo.
El pequeño Isidro de Merlo y Quintana (que al parecer así se llamaba aunque parezca que los Santos no tienen derecho ni a padres, ni a apellidos), según nos ha llegado a nuestros días nació en una casa situada en lo que hoy sería la calle de las Aguas, en plano barrio de la Latina, aunque por la época, no había ni bares, ni raciones, ni Latina que lo ayudara. 
Quedo huérfano tremendamente joven y no le quedó otra que desde muy niño partirse el lomo trabajando de pocero, de aguador, de sirviente y como no, de labrador que fue su profesión predilecta y la que le llevó a ser Patrón de los Agricultores. Ya desde muy niño, Isidro comenzó a reservar su tiempo a la oración como parte esencial de su día, sin que hubiera jefe, ni ocupación, que lo apartara de su devoción y obligación de rezo.
Cuando tenía aproximadamente 30 años y la espalda molida de trabajar, el Rey Alí de Marruecos atacó Madrid. Isidro, no se sabe si por el horror de la guerra o por el miedo al “Rey pagano”, al igual que otros muchos habitantes de la región, emigró hacia otros lugares más estables. Decide irse a Torrelaguna donde conoció y contrajo matrimonio con una zagala que respondía al nombre de María Toribia, y que en lo concerniente a la devoción no le iba para nada a la zaga.
El caso es que la chiquilla que era natural de Uceda, fue un día a la parroquia y allí se encontró con el bueno de Isidro, al verlo rezando tan devoto, quedó prendada de él y como no podía ser de otra manera, se casaron como manda la santa madre iglesia. La chiquilla trajo consigo como dote, el uso de unas pequeñas tierras en Uceda, por lo que ambos amadísimos esposos se mudaron de nuevo allí para trabajar la tierra, que trabajar para otro está bien, pero para uno mismo, suele rentar mucho más.
Según cuenta la leyenda, los esposos eran tan devotos y currantes, que se ganaron los favores del altísimo, y según se cuenta, éste les tiró capotes con bastante asiduidad durante toda su vida, que si te salvo de que tu hijo muera ahogado en un pozo por no estar mirando... que si te ayudo a cruzar a pie el río Jarama por no levantar la vista todo el día con las dichosas escrituras... que si ya me encargo yo de las tierras que con el rezo te van a dar las tantas... etc…
Total, que volviendo a donde estábamos, las malas gentes del pueblo, no tengo muy claro, si por envidia o por el mero deporte nacional de andar cuchicheando de lo que sea sin motivo, comenzaron a difundir el chisme de que María le era infiel a Isidro, el caso es que el tema se puso tan cansino, que Isidro decidió volverse de nuevo a Madrid y poner tierra de por medio.
Por lo que vuelve a la que entonces no era ni capital, ni reino, y se pone a trabajar como agricultor al servicio de Juan de Vargas, en una finca al otro lado de lo que hoy sería Madrid Río. Él establece su morada al lado de la Iglesia de San Andrés. Donde cada día al alba escuchaba la pertinente misa, para salir escopetado al trabajo, al que seguramente llegó más de un día con cierto retraso.
Sus vidas continuaban centradas en el trabajo y en la devoción, hasta el punto, que María, llamada por su misticismo incondicional, decidió dejar en Madrid al bueno de Isidro y desplazarse a Caraquiz para consagrarse al recogimiento y al cuidado de la ermita. María se dedicaba todo el día al rezo, a arreglar y limpiar la ermita y a en los pocos momentos que le quedaban libres a pedir limosna para ayudar a los pobres y pagar con ello el aceite que alumbraba la imagen de la ermita.
Así siguieron sus días separados, hasta que un buen día, a falta de MRW, le llegó por mediación de un Ángel, la noticia de que el pobre Isidro había caído enfermo. María no se lo pensó dos veces y acudió a la vera de su marido para cuidarle, por lo que no se separó de él hasta que éste dio su último respiro, al parecer un 30 de noviembre de 1172.
María volvió a la ermita para terminar allí sus días. Años después fue santificada y recibiría el nombre de Santa María de la Cabeza para pornerle culto al nombre y nombre a la calle.
Isidro fue enterrado en la parroquia de San Andrés, pero tal fue la insistencia de los followers de Isidro, que 40 años después consiguieron que éste fuera exhumado para ser enterrado en el interior de la capilla, en este momento se descubrió que su cuerpo no sólo continuaba incorrupto, sino que lucía el mismo aspecto que cuando estaba vivo.
Posteriormente Alfonso VIII ordenó que le construyeran una urna con distintas escenas de la vida de Isidro.
El papa Paulo V le beatificó el 14 de junio de 1619. Éste momento había sido tan esperado por los madrileños que uno de los eventos que se celebraron durante el transcurso de los festejos fue la inauguración de la Plaza Mayor.
El 19 de junio de 1622, Isidro fue definitivamente canonizado por el papa Gregorio XV, junto a Santa Teresa de Jesús, San Ignacio de Loyola, San Francisco Javier y San Felipe Neri.
En 1657 comenzó a levantarse la capilla de San Isidro al lado de la iglesia de San Andrés, con el fin de contener los restos del Santo.
Por último, en febrero de 1789 Carlos III dio la orden de trasladar la urna al interior del Colegio Imperial, que posteriormente pasaría a llamarse la Iglesia Real de San Isidro.

Bueno, espero que os haya gustado mi especial reconstrucción de la vida del santo. Espero que los devotos me disculpen mis licencias en el  escrito, os puedo asegurar que he intentado en todo momento mantener todo mi respeto hacia la persona, el personaje y lo que para los creyentes supone, simplemente intentaba que los no devotos del santo, también encontraran atractivo en la vida del santo y se acercaran a conocerla.

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Colegiata de San Isidro.
(Fuente ABC)

Cuerpo del Santo.
(Fuente investigart.wordpress.com)

Urna de San Isidro.
(Fuente investigart.wordpress.com)

EL ASESINATO DE CANALEJAS

El 12 de noviembre de 1912, a pocos metros de la Calle Carretas, en plana Puerta del Sol, el presidente de Gobernación y líder del Partido Liberal, era asesinado cuando ocioso miraba el escaparate de la Librería San Martín, que se encontraba en lo que hoy sería el número seis de la plaza.
Manuel Pardiñas, un anarquista de Huesca se acercó por la espalda y le disparó tres tiros, dos de los cuales no impactaron en el presidente pero un tercero le impacto de lleno en la cabeza matándolo prácticamente en el instante.
Pocos momentos después, la policía consiguió darle caza, momento en el cual el asesino se quitó la vida, con la misma arma con la que había asesinado a nuestro presidente.
Existen pocas pistas sobre que llevó a Pardiñas a cometer el asesinato, se ha especulado con que el anarquista estaba esperando el paso de Alfonso XIII, ya que no estaba previsto el paso por allí del Presidente, que simplemente hacía tiempo para continuar su labor en el edificio de Gobernación, pero la hipótesis más seguida, indica que simplemente ambos se cruzaron y el anarquista sin mediar planificación alguna le descerrajó los tres tiros.
Años más tarde, se descubrió que el propio Francisco Franco había recogido en un libro titulado “Masonería” de 1952 los 49 artículos que este había publicado en el diario falangista “Arriba”, bajo el seudónimo de Jakim Boor, en uno de ellos, el Caudillo, da a entender que el asesinato lo habían llevado a cabo los Masones, pero esta teoría no ha sido corroborada por ningún analista que diera más pistas que las vertidas por el caudillo de incógnito sobre el papel.

Propietario de la Libreria San Martín y escaparate que miraba Canalejas al ser asesinato.

El cuerpo del presidente de Gobernación queda tendido en el suelo ante la mirada del pueblo.


 Librería San Martín frente a la que fue asesinado Canalejas.
Fotografía de Luis Ramón Marín con el asesino de Canalejas muerto.

Por último os dejo un vídeo con una reproducción del asesinato, mezcladas con imágenes de su entierro. Os recomiendo su visión , no tiene desperdicio el actor que hace de asesino de canalejas, no es otro que un jovencísimo e irreconocible Pepe Isberg . VIDEO (pinchar sobre la palabra video).