FRASES Y REFRANES DE MADRID (Parte 17)

Soldaditos de Pavía. No habrá madrileño que se precie que no haya degustado los impresionantes soldaditos de Pavía de Casa Labra. En esta mítica taberna del centro de Madrid además de fundarse el PSOE en su primera planta, también comenzó a hacerse popular este exquisito bocado de bacalao rebozado. El nombre es curioso pero se lo empezó a dar pues en Madrid en el Cuartel de Conde Duque tenía su sede el regimiento de Húsares de Pavía, quienes al parecer, vestían una chaquetilla de tono similar al de los citados bocados y de ahí se les quedó el nombre.
Ir al charco del obrero. A mediados del siglo XX se inauguró en Madrid la piscina más grande de Europa dentro del Parque Deportivo Sindical Puerta de Hierro. El complejo se caracterizaba por tener unos precios bastante asequibles, por lo que se convirtió rápidamente en un lugar perfecto para las clases obreras pasaran sus jornadas de calor estival.  
Salir de bureo. La expresión que para todos tiene el significado de irse de juerga o de fiesta, tiene su origen en la palabra francesa  Bureau que literalmente quiere decir despacho. En Madrid, en la corte de Carlos I, se instituyó la Junta del Bureo, que además de encargarse de la economía y aprovisionamiento de la Casa Real, también era la encargada de resolver los incidentes de gravedad que se ocasionaran entre los miembros de la servidumbre.
En aquella época la justicia habitual no tenía derecho a conocer las causas criminales de la servidumbre del rey, salvo en algunos casos como el amancebamiento, el contrabando o el uso de disfraces, por lo que se creó este pequeño “tribunal” compuesto por el propio personal, para juzgar y castigar los delitos cometidos entre el servicio. Por lo que en realidad irse de Bureo, suponía de todo menos una buena juerga.
Colgarte un San Benito o Sambenito. Como casi todos sabréis la expresión nos viene a indicar que a la persona se le ha colocado una etiqueta de la que va a ser difícil que pueda librarse en lo que le queda de vida, y la verdad, es que la expresión viene siendo literalmente esto desde su origen. El sambenito realmente se refiere al saco que colocaban en los tiempos de la inquisición a los condenados para que fueran causa de mofa pública. El saco se acompañaba normalmente de un capirote y eran bendecido normalmente por un sacerdote, por lo que pasaba a ser el saco bendito, y de ahí pasó a ser el Saco de Benito hasta derivar a nuestro pesado y latoso Sambenito.



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