Creo que existen pocos espacios en nuestra ciudad, que estén mejor aprovechados que el Circulo de Bellas Artes situado en la calle Alcalá nº 42. Y es que desde que el gran Antonio Palacios lo diseñara y se inaugurará allá por 1880, lleva haciendo las delicias de lo más granado de nuestra ciudad.
Pero si bien es cierto, que mucho se ha hablado de su interior, en el que se muestra uno de los catálogos de actos y exhibiciones más interesantes de la capital, (y del que os debo una entrada con algunos de las curiosidades que guarda entre sus cuatro paredes) y que seguramente su azotea sea uno de los lugares más fascinantes de Madrid para ver atardecer y más fotografiada, no es menos cierto que normalmente no se hace mucho caso a su maravillosa terraza a pie de calle, que atendida desde su bar restaurante La Pecera, permiten al paseante pararse a contemplar cómo pasa la vida por tan mágica arteria de la capital, y hacer un alto en el camino a unos precios más que asequibles dada su ubicación.
Aquí os dejo una ventana en el tiempo como prueba de que, tal y como os digo, éste lleva siendo un sitio magistral para detenerse a tomar algo desde hace años. Os lo recomiendo, buena calidad a un precio más que asequible para la oferta que nos brindan, además no temáis el calor en estos días, pues suelen poner unos ventiladores con humidificador que lo convierten en una agradabilísima parada en el camino.
Fotografía antigua: 1934 Agencia EFE vía Ana Cebolla.
Fotografía moderna: 2017 Sergio Moreno.