Pues bien, estos letreros corresponden a
la Visita General de la Regalía de Aposento, y no era más que un sofisticadísimo
y confuso sistema de registro de los edificios y las casas que lo componían,
con el fin de facilitar la recaudación de impuestos el sistema comenzó a
utilizarse en 1750. El sistema aunque fue diseñado por Zenón de Somodevilla y
Bengoechea, más conocido por su título el Marques de la Ensenada al ponerse en marcha el 22 de octubre de 1749 su Registro y Planimetría de la Villa, parecía ideado más bien por un loco, ya que a groso
modo, correspondía en dar un número a cada manzana y dándole también un número a cada casa. El problema es que la numeración de los edificios daba la vuelta a la manzana, por lo que podrías encontrar el número 1 de una calle y enfrente otro número 1 que podía corresponder a otra manzana o encontrarte hasta cinco calles con el mismo nombre. Para liarlo aún más, por si ya no era poco, y dado que como decimos se trataba de un sistema para el cobro de impuestos, había vecinos que tapiaban sus puertas abriéndolas por otro lado de la calle con el fin de despistar al cobrador que venía a reclamar el pago de los impuestos.
El sistema se usó hasta el 10 de marzo de
1835 en que Joaquin Vizcaino y Martinez Soles más conocido por su título el marques viudo de Pontejos, que por aquél entonces era corregidor
de Madrid y también fue el creador de la primera caja de ahorros y monte de piedad de Madrid (Lo que degeneraría en la actual Bankia), estableció el sistema de numeración por manzanas. En un principio
los números eran todos correlativos hasta el final de la calle y cuando esta
llegaba a su fin, volvía por la otra acera hasta volver al principio, por lo
que el primer y último número de la calla se encontraban delante uno del otro.
Pero en una segunda revisión se decidió
establecer los pares a la derecha y los impares a la izquierda partiendo desde
la puerta del sol, dejándose la numeración de las plazas para 1860 en una
última revisión del sistema en la que además se cambió el nombre de unas 240
calles, convirtiendo el callejero de Madrid en un legado histórico de la política,
las personalidades y costumbres de nuestra ciudad.
Pero ojo no todas las placas que a día de
hoy podemos ver están en edificios anteriores a 1835, suponemos que por
nostalgia o por desconocimiento de si era necesario mantener aquellas placas,
lo cierto es que podemos encontrar edificios posteriores a dicha fecha que han
conservado la baldosa de Visita G que presidía el anterior edificio. Sea por el
motivo que sea, continuará despertando el interés de los viandantes que continúen
sin saber a qué corresponden estas baldosas.
Siéntete libre
para comentar, compartir e indicar tu parecer.
Ejemplo de una manzana con la placa de Visita G en la Calle Manzana.
Otro ejemplo con cuatro placas
Marques de La Ensenada

Estatua del Marques viudo de Pontejos en la plaza de las Descalzas.
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