FRASES Y REFRANES DE MADRID (Parte 16)

Que no te la den con queso Cuando le decimos a alguna persona esta expresión queremos indicarle que tenga cuidado no vaya a ser engañado y realmente la expresión no podía ser más afortunado ya que su origen es literal. Durante un tiempo era común que las tabernas tuvieran vinos de distintas calidades, los cuales se solían servir dependiendo de la confianza con el cliente o de lo educado de su paladar, los taberneros que de tontos no han tenido nunca ni un pelo, solían acompañar los vinos peores de un trozo de queso de sabor fuerte, para que las papilas gustativas quedaran adormecidas por el efecto del queso y así el vino pareciera de mejor calidad de lo que realmente era.
Esto es la caraba Antiguamente se utilizaba esta expresión para indicar que algo era increíble o que no se podía creer. Su origen no está del todo claro pero existe una leyenda que por graciosa aquí os la recuerdo. Según cuenta, existía un feriante, gitano para más señas, que recorría los pueblos con el reclamo de ¡¡¡Pasen y vean a la caraba!!! ¡¡¡Pasen y vean a la caraba¡¡¡ El público atraído por aquel misterioso nombre pagaban la entrada y pasaban a ver de qué se trataba, y al entrar se encontraban con una mula vieja y agotada tendida en el suelo descansando y al gitano que explicaba “Aquí tienen a la que c´araba (que araba) antes y ahora ya no lo hace por lo vieja que se encuentra.
Vete a la porra. Con esta expresión intentamos indicar a nuestro interlocutor nuestro deseo de que se marche bien lejos o desaparezca de nuestra vista. Su significado y origen hoy nos parece que no tiene demasiado sentido, sin embargo todo cambiaría si alguien nos dijeran que antiguamente cuando los chicos jugaban a algún juego se denominaba como la porra, al que le tocaba jugar, tirar o participar en el último turno, por lo que la expresión es muy acertada para mandar a alguien lo más lejos que podamos.
Echar un polvo!!!! Supongo que el significado de esta expresión no es desconocido para nadie, pero sin embargo su origen no es tan popular como cabría de esperar, y es que su origen proviene de una moda que se puso muy en boga, y no es otra que la de esnifar tabaco o rapé como normalmente se le conocía. Al parecer no estaba bien visto esnifar este polvo en público, debido a que con normalidad tras esnifarlo se solía estornudar, motivo por el cual la gente solía salir de la estancia para hacerlo. Llegado el momento se comenzó a usar este momento de escapada, para tener fortuitos encuentros con las amantes en cuartos contiguo lejos de las miradas del resto de asistentes, y de ahí la conexión entre el “Voy a echar un polvo” de entonces y el de ahora.


Grabado antiguo en el que se ve a un hombre esnifando polvo de tabaco.

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