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LOS JARDINES DE PALACIO

Sin duda el Palacio Real (no solo por ser el más grande de la Europa geográfica), es uno de los palacios más impresionantes y bonitos que uno tiene la posibilidad de admirar, pero lo que no deja de ser cierto por otra parte, es que los jardines que lo rodean aunque bastante bonitos en su mayorías, han adoptado unos nombres que en el mejor de los casos, podían haber sido elegidos con algo de mejor acierto. Vamos a ver los motivos por los que os digo esto. 
Jardines de la Plaza de Oriente.
Creo que es el ejercicio de pragmatismo, más claro de toda la ciudad de Madrid. ¿Que tengo una plaza en la parte oriental del palacio?, pues lo llamo Plaza de Oriente y para qué me voy a calentar la cabeza. Ojo, no estoy diciendo que me parezca mal, que hay veces que lo simple por su mera simplicidad resulta encantador, pero creo que la plaza en si misma tiene suficientes elementos de importancia, como para haberla rebautizado en todo este tiempo y haberle dado un nombre con mayor peso específico
Jardines de Sabatini.
No seré yo el que diga que semejante genio como el maestro Sabatini no merece todos los homenajes que sean en nuestra ciudad. Sin duda, es un hombre que dejó una impronta de su trabajo tan maravillosa, como para que cualquier homenaje parezca pequeño, pero estaréis conmigo en que con todo lo que tenemos en Madrid donde participó el hombre embelleciendo nuestra ciudad (incluida su labor en el propio Palacio), no es el lugar más apropiado el darle su nombre a un jardín en el que no sólo no participó, sino que ni existía en su tiempo. No sé, creo que dicho jardín podía haberse llamado de otra manera y reservar al bueno de Francesco otro lugar en el que su obra está más presente, o haya desaparecido, no sé, por ejemplo se me ocurre, la Glorieta de San Vicente, cuya puerta originaria fue creación suya, y que ahora sin ella (la que hay ahora es una “reproducción”) pues no pasaría nada por darle el nombre del maestro en reconocimiento a su obra ya perdida.
Campo del Moro.
El Campo del Moro, que para mí el más precioso de todos (o al menos lo ha sido, que últimamente no pasa por su mejor estado) es el que nos sigue al descender de los Jardines de Sabatini. 
El caso es que el nombre de este jardín, está traído un poco por los pelos, ya que cuando se creó en 1931, se le quiso dar un aire histórico. Por ello se pusieron a buscar qué cosas o a qué referencia histórica se le podía hacer referencia y dado que “más o menos” por ese lado del Alcazar en el año 1090, a la muerte de Alfonso VI, había sido por donde los musulmanes al mando de Ali Ben Yusuf habían intentado la reconquista de Madrid, aludiendo a que “más o menos” por la zona del jardín estaban los campos donde las tropas musulmanas habían estado asentados, pues le colocaron el nombre de Campo del Moro y a ver quién es el guapo que viene ahora a decir que estaban más pá allá o más pá acá. Pero hasta esa fecha, si tú preguntabas a un madrileño donde estaba el Campo del Moro, te hubiera mirado como si estuvieras loco y le hablaras de los campos de Graná.
Parque de Atenas.
Y por último, aunque literalmente no rodea al Palacio, lo incluyo por cerrar el círculo, estaría el Parque de Atenas.
Con todos mis respetos a semejante ciudad, cuna de la historia antigua, creo que este jardín no debería ser el que le diera homenaje, como digo, no por pensar que Atenas no deba merecer su homenaje, sino por el hecho de que en este parque se celebraban fustas y torneos a caballo en otro tiempo, y sin darnos cuenta, con este nombre tan ajeno a nuestros orígenes, se le ha desvinculado en gran medida de su vinculación al Palacio o al antiguo Alcázar y creo que recuperar nuestra historia o hacerle el mayor homenaje posible, en este tipo de cosas, sería un buen punto de partida. No me digáis que Parque de las Fustas no sería un buen nombre para el mismo.
Como os comentaba, todo esto es una teoría totalmente personal, de la que tenéis todo el derecho a no estar conformes, pues es solo una apreciación que el nombre de los jardines que rodean al Palacio Real no le hacen justicia o no están todo lo bien elegidos que cabría esperar. 
Bueno al menos esta es mi teoría ¿vosotros qué pensáis?

Campo del Moro (Fotografía: Sergio Moreno 2016)

¿CÓMO SE LLAMAN LAS PRENDAS DE LOS CHULAPOS?

Estamos en tiempo de ir a la pradera de San Isidro para lucir nuestros vestidos de chulapo y chulapa, pero a ver si por una vez somos capaces de aprender como se llama cada parte y que no se escuche eso de ponte una gorrilla y un pañuelo y ya vas de chulapo.
Veamos cómo se llama cada parte para hablar con propiedad.
 
Chulapo
Parpusa: Gorra de cuadros de pata de gallo. Aunque el origen del traje de chulapo es un traje de trabajo de diario, hoy ya no lo es, por lo que deberemos llevarla ceñida con gracia y chulería, por favor evitad enroscarla sobre la cabeza.
Safo: Pañuelo blanco anudado en la parte delantera. Se debe anudar simulando un nudo de pañuelo de cuello pero con pañuelo. Los nudos laterales pequeñitos es mejor dejarlos para el disfraz de parisina bohemia. 
Mañosa o chupa: Chaqueta de pata de gallo o de color negro que aunque ya casi no se use, la verdad es que por San Isidro aún es de agradecer poder echarse algo de abrigo.
Gabriel: El Gabriel, es el chaleco que como la parpusa ha de ser de pata de gallo, debe llevar dos pequeños bolsillitos que pueden usarse para guardar el reloj o para descansar los pulgares en la más chulesca pose imaginable.
Babosa o lima: Originalmente así se llamaba a la camisa blanca del chulapo. Esta solía llevar bordados o adornos en la pechera, pero qué quereis que os diga, hoy en día con llevarla con porte y planchada ya es suficiente.
Los alares: es simplemente el nombre de los pantalones los cuales suelen ser negros
Los calcos: Son los zapatos preferentemente negros y aunque hay quien afirma que deben ser de charol, a mi personalmente, me parece que no lucen nada unos zapatos de charol por la pradera.
y como no algo que no puede fallar, un clavel en la solapa que si ya es regalo o prenda de su chulapa le dará al traje todo el lustre que merece.
Ahh por cierto, para los muy puristas tambien tenemos los calcetines, que aunque el nombre deriva del calé reciben el nombre de picantes...

Chulapa.
En cambio el vestido de chulapa aunque mucho más llamativo consta de menos partes, aquí os dejo el detalle.
En la cabeza debe llevar obligatoriamente un pañuelo blanco preferentemente de seda y doblado en pico y bajo él, como manda la tradición, debería adornarlo con tres claveles, rojos para las casadas y blancos para las solteras.
En su cuerpo el Vestido Chiné el cual parte de un precioso volante que se entalla en las corvas y sube ceñido hasta el escote, esté debe ser sugerente pero no excesivo y normalmente es cuadrado, para terminar el vestido en las mangas de farol. No hay una coloración fija para el vestido pero por norma general suele ser blanco mezclado con algún color, por lo general rojo, azul o verde.
Mantón de manila. Es una pieza por lo general bastante cara, pero más importante que el dinero que una se quiera gastar en él, lo verdaderamente importante es el arte con el que se lleve. No es una bufanda ni tampoco una pashmina, por lo que de be quedar prendido de ambos brazos y moverse con gracia cuando la chulapa camina.
Para calzarse hoy en día suelen vestir con zapatos negros con más o menos tacón, aunque lo del tacón para ir a la pradera no es nada recomendable, pero en un principio la chulapa solía vestir con la tradicional alpargata de esparto por lo que no tengáis miedo a calzarlas e ir cómodas. 
Pero bueno, dicho todo lo dicho, que el saber no ocupa lugar, lo verdaderamente importante es que vayáis a disfrutar de nuestro patrón y que luzcáis con todo vuestro lustre el orgullo de ser madrileño o madridado que eso es lo que más necesita cualquier porte castizo. 


PLAZA DEL CONDE DE MIRANDA.

Esta plaza toma el título del Conde de Miranda ya que en ella se encontraba el Palacio de Cárdenas que era propiedad de dicho noble y la cual se conocía en la Villa como la Casa de los Salvajes, por las dos impresionantes figuras de piedra que enlucían su entrada.
Hoy por desgracia dicha casa ya no podemos disfrutarla ya que desapareció durante el siglo XX, pero hay una leyenda muy pintoresca que está relacionada con este lugar y la cual sí que ha llegado a nuestros días.
Cuanta la leyenda que por la zona solía vender biblias una señora, la cual se hizo muy popular en la villa ya que corría el rumor por la comarca que quien compraba sus biblias poseería el don de ser dichoso para el resto de sus días.
Obviamente una superstición como esta provocó que rápidamente el precio de las Biblias de la señora se pusiera por las nubes, y como contrapartida, como pasa en este país siempre que a alguien le marcha bien, también sale alguien dispuesto a tirar por tierra la raíz de sus bienes, por lo que no tardó tampoco mucho en llegar el rumor de que aquella señora era una bruja y sus biblias realmente estaban malditas. Hubo quien más allá aún comenzó a hacer la bola cada vez más grande indicando que las biblias estaban forradas con la piel de los niños muertos que la propia señora se encargaba de arrancar de los cadáveres en el cementerio.
Aquello ya fuera cierto o no, resultaba escandaloso y obviamente provocó que la Santa Inquisición, que tenía de Santa lo que yo de holandés, acudiera a la citada plaza para apresar a la vendedora.
No sabemos muy bien qué ocurrió en el juicio, ni si las biblias estaban malditas o eran maravillosas, pero lo que sí está claro es que no se volvió a saber nada, ni de la señora, ni de sus biblias, por lo que esperamos que no llegara a sufrir demasiado en manos de aquella inquisición con tan mal juicio como peor benevolencia.  


Plaza del Conde de Miranda (Fuente es.hoteles)

FRASES Y REFRANES DE MADRID (Parte 20)

Quién me iba a decir a mí que esta sección llegaría a tener su vigésima entrega, pero dado vuestro interés y los preciosos comentarios que me dedicáis al respecto, aquí estamos con una nueva parte más. Espero que os gusten como las anteriores.
Eres un pringado. Cualquier al que le digamos esta expresión en nuestros días, quedará como un tonto o como un necio, sin embargo su origen no está del todo relacionado con la inteligencia, aunque sí con la burla. En el pasado cuando la inquisición inculpaba a un reo, solía embadurnarle con Brea y lo paseaba por la calle emplumado y hasta en ocasiones con un capirote en su cabeza, y por eso al estar el reo pringado de brea y pasársele por las calles para mofa y escarnio, comenzó a unirse la expresión de pringado para referirse a alguien en tono de mofa e insulto.
Safo. Esta no es una frase pero nadie podrá negarme que no se gana su presencia en este catálogo debido a su casticismo, y es que aunque muchos no lo saben, el safo no es más que el pañuelo blanco que llevan los chulapos anudados a su cuello y cuya vestimenta iremos añadiendo poco a poco en este listado. Así que ya sabéis anudaros el safo que dentro de poco nos llega San Isidro.
Palacio de las pipas. Seguramente si le preguntamos a cualquier madrileño menor de 35 años donde se encuentra el palacio de las pipas, no será capaz de indicarnos el lugar, peor en cambio se la pregunta se la hacemos a los mayores de 50 años, casi con toda seguridad nos dirán que nos referimos al Cine Doré, y es que este, que tiene el honor de ser nuestro cine más veterano y es que aunque lleva abierto desde 1912, ya en 1923 se convirtió en cine. El mote de Palacio de las pipas le viene por la costumbre que tenían sus usuarios de comer pipas durante la filmación, lo cual dejaba una cama de cascaras al fin de cada pase. 
Posteriormente también se le conoció como “el Cine Doré, donde entran dos y salen tres” por la gran cantidad de parejas que acudían a él a apaciguar los ímpetus de la carne en la oscuridad de las filas traseras.
A mí me hablas en cristiano. Lejos de conocer en qué idioma habla el Dios cristiano, aunque todo parece indicar que no era en español, de siempre hemos utilizado la expresión para decirle a alguien que nos hable en el citado idioma. El origen proviene de la época de Carlos I de España el cual mantenía que era el español el idioma que debía utilizarse para referirse al señor. Es más se le atribuye una frase en la que mantenía.
“Uno debe hablar español con Dios, italiano con las mujeres, francés con el amigo, alemán con los soldados, ingles con los patos, húngaro con los caballos y bohemio con el diablo”

Lejos de saber si su distribución lingüística es la apropiada, lo cierto es que es suyo el origen de la citada expresión.

FRASES Y REFRANES DE MADRID (Parte 19)
FRASES Y REFRANES DE MADRID (Parte 18)
FRASES Y REFRANES DE MADRID (Parte 17)
FRASES Y REFRANES DE MADRID (Parte 16)
FRASES Y REFRANES DE MADRID (Parte 15)
FRASES Y REFRANES DE MADRID (Parte 14)
FRASES Y REFRANES DE MADRID (Parte 13)
FRASES Y REFRANES DE MADRID (Parte 12)
FRASES Y REFRANES DE MADRID (Parte 11)
FRASES Y REFRANES DE MADRID (Parte 10)
FRASES Y REFRANES DE MADRID (Parte 9)
FRASES Y REFRANES DE MADRID (Parte 8)
FRASES Y REFRANES DE MADRID (Parte 7)
FRASES Y REFRANES DE MADRID (Parte 6)
FRASES Y REFRANES DE MADRID (Parte 5)
FRASES Y REFRANES DE MADRID (Parte 4)
FRASES Y REFRANES DE MADRID (Parte 3)
FRASES Y REFRANES DE MADRID (Parte 2)
FRASES Y REFRANES DE MADRID (Parte 1)



Fotografía antigua: 1963 autor desconocido Fuente (Beatriz Álvarez Sáez)
Fotografía moderna: 2017 Sergio Moreno

PRUDENCIA GRILLO

Hoy vamos a recordar a esta mujer que si bien parte de su historia está enlucida en una leyenda poco demostrable, sí que es cierto que salvo ese leve suceso, su historia está ligada fuertemente a Madrid.
Prudencia nacía en Valladolid en 1548, fuera de una relación extramatrimonial entre su madre, María de Rojas natural de la provincia de Cuenca y un adinerado genovés, que respondía al nombre de Nicolás Grillo.
El padre la acogió en su casa cuando tenía seis años de edad, y esto le brindó a Prudencia la oportunidad de moverse dentro de un mundo de alta cuna que no había podido sospechar hasta ese entonces, puesto que los Grillo eran una de las familias más importantes de la República Genovesa. Allí se crió la niña hasta que a los catorce años su padre fallece, lo cual además de suponer una gran pena para la chiquilla, provoca que su situación patrimonial mejore de manera considerable.
Muerto su padre, y tras una complicada relación amorosa, decide que es el momento de retornar a España y ya aquí en Madrid se enamora perdidamente de Pagan Doria, otro influyente genovés, el cual está más preocupado por otros menesteres que por complacer a la buena de Prudencia.
Es entonces cuando parece ser que Prudencia comienza a manejar todo tipo de conjuros y artes negras, y donde la parte de su historia parece convertirse más en una leyenda. Como os decía, Prudencia pone en marcha toda una serie de rituales y sortilegios para que su amado no se vuelva a Génova, lo cual le lleva a tener que personarse como acusada de sacrílega delante de un tribunal de la Santa Inquisición, aunque al final la cosa queda en nada y Prudencia se libra de males mayores.
El caso es que parece ser que los sortilegios de Prudencia funcionan en cierto modo, pues consigue que Pagan no regrese a su Génova natal, pero por otra parte l jugada no le sale del todo bien, pues es llamado a acudir a filas para unirse a las tropas de Juan de Austria en la conquista de Túnez.
Aquello pone muy nerviosa a Prudencia, para lo que el bueno de Pagan Doria con la idea de tranquilizarla, le dice que no se preocupe que si no tienen noticias suyas será que todo está bien, pues si algo ocurriera antes de partir para el otro barrio, enviaría a su espíritu a que moviera las cortinas de su habitación y dejará muestra de que algo había ocurrido en el escritorio en el que ella guardara sus cartas.
Y como pasa con todas las leyendas, que ocurren, pues si no ni son leyendas, ni son nada, una buena noche Prudencia notó como las cortinas de su dormitorio se movían y sobresaltada al escuchar un fuerte sonido, contempló como el cajón del escritorio donde guardaba las cartas de su amado, se encontraba esparcido por el suelo.
Días después llegó a Madrid la noticia que ella ya sabía a ciencia cierta, y es que su amado Pagan había muerto decapitado por manos turcas durante la reconquista de la ciudad.
Tras la muerte de su amado, Prudencia se refugió en la fe de mano de fray Alonso de Orozco y se dedicó a menguar su fortuna ayudando a los necesitados y acogiendo en su casa de la calle del Príncipe a necesitados y mujeres de dudosos hábitos, que quisieran cambiar los designios de sus vidas; hasta que unos años después decidió montar allí mismo lo que sería el monasterio de Nuestra Señora de la Visitación, en el que se dice que junto al altar se encontraba una tumba vacía en honor de Pagan Doria y junto al que estuvo recluida de clausura hasta que en 1610 la esposa de Felipe III, Margarita de Austria, decide que todas las religiosas del citado monasterio, sean trasladadas al convento de Santa Isabel, pues comenzó a correrse por Madrid la "sospecha" que en el interior del monasterio, no se guardaban las debidas normas de recogimiento que mandaba la iglesia y que se acogía a clérigos desterrados de otras nacionalidades.
Y es aquí donde finalmente perdemos la pista del final de los días de Prudencia, que si bien como os decía en el inicio, su macabra leyenda es lo que más ha quedado en el recuerdo, su historia no es nada desdeñable y merecía, creo yo, que al menos le dedicáramos un rato de lectura.

Estado en el que se encontraba el altar mayor y la fachada del Convento de Santa Isabel la Real antes de ser saqueado durante la Guerra Civil.  (Fuente De Rebus Matritensis)

EN MI CASA ENTRA QUIEN YO QUIERO.

Para la mayoría de los que sois aficionados a la historia de Madrid os sonará lo que fueron las “casas a la malicia” y la Regalía de aposentos, que se originaron en Madrid cuando en 1561 Felipe II decidió mudar la corte a Madrid, pero para aquellos que nunca lo hayan llegado a comprender del todo o el concepto se les haga complicado, vamos a explicarlo de manera sencilla para que os hagáis una idea.
Imaginaros que nuestro queridísimo Felipe VI, más o menos campechano como su padre, se va un verano de vacaciones a Ciempozuelos. Paseando por sus calles con Doña Letizia, deciden que ya están hartos del follón de la capi y de tanto ir y venir al Palacio de la Zarzuela y que qué mejor lugar para establecer su residencia habitual, que en este hermoso lugar cuna del gran Ventura Rodríguez. Así que ni cortos, ni perezosos, deciden mudarse allí con toda la familia.
Qué ocurre, que la familia cabe en Ciempo sin problema, pero resulta que por detrás de los reyes se vienen tooooda la legión de asistentes, cuidadores y dignos trabajadores que necesitan para sus quehaceres diarios. El alcalde de Ciempo hace un esfuerzo y les busca alojamiento como puede, pero qué ocurre, que detrás del rey y de tooodooo su séquito, también se van para Ciempo toooodaaaa una legión de pelotas, mamporreros y abrazafarolas que como urracas se aproximan al lujo y ostentosidad de su Real corte. Estos que además de no tener oficio ni beneficio, son cansinos como pocos, le ponen la oreja colorada al Rey, de tanto venirle con la monserga de que en Ciempo ya no cabe un alma, y el Rey que es calmado pero que las movidas le aburren soberanamente, como no podía ser de otro modo, se quita el problema decidiendo, por sus reales mismísimos, que para que entren todos los mamelucos que se han venido con él a la nueva corte, los pobres Ciempozueleños que tengan una casa de más de una planta, tienen que donar una de ellas para que vivan en ella todos los nuevos habitantes de la comarca.
En esto entra en acción el pobre de Chema, que lleva toda su santa vida echándole horas al camión para mantener a su familia y su pequeños chalecito adosado de dos plantas. Tras un viaje de diez días por toda Europa repartiendo fruta, llega a su casa y su mujer le cuenta las buenas nuevas de que les van a endosar a una familia, de vete tú a saber dónde, para que vivan en el cuarto de los peques.
A Chema, que la idea le sienta como una paralela de Hacienda, decide que la única manera de no comerse el marrón, es la de que nadie vea como es la casa, con lo que a la mañana siguiente se pone el mono de la mili, saca las fichas de como levantar un muro del Leroy Merlín, y la hormigonera de su cuñado y, ni corto, ni perezoso, planta una tapia delante de su casa con una austera puertecita, tapia unas ventanitas y continúa el tejado hasta este murete para que la casa parezca más baja, y claro, pues aquello más que un confortable chalet adosado, pasa a ser a ojos de por el que allí deambule, un chamizo de poco apetecible ocupación. 
Con esta triquiñuela, Chema consigue librarse del marrón que se le venía en ciernes y trasladar a otros con menos ingenio el problema de dar morada a los nuevos inquilinos, y sin comerlo ni beberlo, con esto que a día de hoy llamaríamos como un “ahora vas y lo cascas” de libro, en aquella época pasó a llamarse “Casas a la malicia”, o casas con más trampa que un duro de cuatro reales.

Espero que con esta versión adaptada a nuestros días, os haya sido más sencillo el comprender a lo que se vieron obligados los pobres habitantes de Madrid cuando al rey le dio por fijarse en nosotros para montar aquí este pitote de la capital, que parece que lleva montado aquí toda la vida, pero nada más lejos de la realidad, se montó con el sufrimiento de muuuchoss.


Palacio de Fernando de Baviera

Corría el año 1906 cuando Fernando de Baviera contrajo matrimonio con María Teresa de Borbón. Como residencia de la nueva pareja se decidió rehabilitar el palacio de los duques de Benavente y de los marqueses de Castroserna, el cual tras haber sido utilizado como sede de la embajada Francesa no había quedado muy modernizado para el recibimiento de tan joven pareja.
Como parte de la decoración se utilizaron una serie de enseres y tapices que el abuelo de la dama había legado a la pareja como parte de su dote.
Y allí se dispuso la pareja a vivir su amor hasta que pocos años después el 23 de septiembre de 1917, María Teresa fallecía en su casa a los treinta años aquejada de una embolia que le había provocado el parto de su cuarto hijo la infanta María del Pilar.
Aquello fue un mazazo para la familia, que pocos años después al estallar la Segunda República tuvo que abandonar todas sus posesiones. Aquel palacio, junto con los tapices que en el se encontraban y toda la pomposidad que lo engalanaba fue saqueado y se perdió en el olvido para siempre, dejando el palacio en un malogrado edificio que apenas recordaba los tiempos a los que dio morada.
Finalmente unos cuantos años después, dado el estado en que los saqueos y la Guerra Civil lo habían dejado, se ordena su demolición, pero aquel Palacio negándose a permanecer en el olvido sin dar una última batalla, decidió sacar el mayor secreto que guardaba en sus entrañas, y al derribarlo apareció entre sus escombros uno de los más importantes hallazgos del Madrid musulmán. El Palacio se encontraba edificado sobre lo que había sido la muralla árabe que originó que Madrid sea lo que es en nuestros días y tras un arduo trabajo de recuperación se consiguió salvar lo que hoy conocemos como el parque del Emir Mohamed I, que no es más, que el tramo más importante de la muralla árabe que ha llegado a nuestros días, y que sin duda ha supuesto el mayor hallazgo para entender cómo fue la ciudad de Madrid en aquel tiempo.
Como colofón os dejo una ventana en el tiempo que si bien no puedo asegurar que sea exacta, pues no disponemos de documento alguno que nos indique donde comenzaba y terminaba dicho Palacio, sí que nos permite mediante esta recreación animaba imaginar como hubiera variado el paisaje de la zona en caso de que no se hubiera derribado el palacio.
Personalmente en este caso y como excepción a la regla, casi me alegro de que haya desaparecido.    
Fotografía antigua: 1909 Autor desconocido. (Fuente Flickr/madridantiguo)
Fotografía moderna 2017 Sergio Moreno

ESTATUA DE FELIPE III

Cualquiera que haya visitado Madrid, por fuerza habrá pasado por la Plaza Mayor, que a mi gusto, junto con la de Salamanca, supone una de las plazas más bellas de nuestro país, sin desperdiciar por ello las múltiples plazas que tenemos por toda España.
Pero hoy no nos vamos a extender en comentar la plaza, que tiene para largo y tendido, sino a su vecino más imponente, y este no es otro que la estatua de Felipe III que se sitúa en el centro de la plaza y que la hace aún más bonita si cabe.
La estatua se elaboró por mandato de Cosme de Medici en Florencia a los artistas Juan de Bolonia y Pietro Tacca con el fin de ser regalada al rey español.
En un principio la estatua se situó en los jardines del Alcázar, hasta que en 1617 se trasladó a los jardines del Reservado en la Casa de Campo, donde estuvo situada hasta que el gran Mesonero Romanos, convenció a la reina Isabel II para que desplazara sus cinco toneladas de peso hasta el centro de la Plaza Mayor, para de manera velada poder prohibir la celebración de festejos taurinos en el interior de la plaza, sin tener que enfrentarse a una prohibición, que a buen seguro, ya por aquel entonces hubiera supuesto la disconformidad de una parte de la población.
Pero si esta estatua hoy en día es orgullo de cualquier madrileño, bien es cierto que durante su historia ha sido diana de los enemigos de la monarquía en los dos periodos en los que la República ha sido la opción gobernante en nuestro país.
Durante la primera fue retirada a un almacén en donde quedó encerrada para evitar males mayores, hasta que posteriormente Alfonso XIII la rescató de su exilio. Y durante la segunda se generó un incidente que reveló uno de los secretos más curiosos de esta estatua. En 1931 en pleno alzamiento y bullicio antimonárquico, un personaje, por llamarlo de algún modo, decidió que lo mejor era volar por los aires la figura del rey, por lo que colocó un artefacto explosivo en la boca del caballo e hizo volar por los aires una parte del mismo.
Cuando el efecto de la explosión permitió que los presentes se acercaran, descubrieron el secreto que el caballo llevaba años o quizá siglos guardando en su interior y es que el caballo tenía cientos de cadáveres de pajarillos en su interior. Por lo que se pudo deducir, la boca del caballo estaba hueca y se comunicaba con el vaciado interior de la estatua, cosa que hacía que muchos pájaros utilizaran dicha entrada para protegerse en su interior en los días de frío. Al parecer, la salida no era tan accesible como la entrada para aquellos pequeños animales, por lo que su cobijo se convertía en una terrible trampa mortal y allí quedaban sus restos al no lograr salir al exterior.
Posteriormente en 1934, el escultor Juan Cristóbal se encargó de su restauración y de obviamente cerrar aquella trampa mortal para que no volviera a ocurrir.
Por último comentaros que la estatua ha sido desplazada a otro lugar más durante su historia, y es que en 1970 durante las obras de construcción del túnel y parking que se encuentra bajo la plaza, la estatua residió durante un año en el Parque del Retiro.
No me negaréis que para una estatua con ese peso y volumen, no ha tenido una vida ajetreada.
Estado de la estatua tras la explosión el 14 de abril de 1931 (Fotografía ABC)
Montaje del caballo en la Plaza Mayor una vez restaurado. (fuente exprimemadrid)



FRASES Y REFRANES DE MADRID (Parte 19)

Igual que en nuestra última parte de este recopilatorio nos fuimos hacía el piropo y el chascarrillo, hoy nos vamos a ir quizá al extremo opuesto.  Y es que hace poco, cuando hablábamos sobre la prostitución en el Madrid de antaño, salieron varias frases que hacían mención a dicha profesión y su entorno, pues bien, hoy vamos a recopilar algunas de ellas:
Como puta por cuaresma. Como ya contábamos en la citada entrada sobre la prostitución, durante la cuaresma las prostitutas tenían prohibido ejercer su actividad, pues si lo hacían dejaban de recibir la paga o limosna que el Concejo les daba como ayuda a su manutención. Por ello, es lógico pensar, que si durante la misma no podían ejercer y tenían pendiente el pago de dicha limosna para poder subsistir, la cuaresma no fuera la época del año más boyante para las meretrices.
Irse de picos pardos. Esta expresión aún está muy en uso en nuestros días, pero la mayoría de los que la usan desconocen su origen.
Existen referencias a que dicha frase proviene del Renacimiento, en dicha época las prostitutas llevaban a modo de falda una tela cuadrada la cual al caer formaba cuatro picos, es de entender que con el uso aquellos picos inferiores de la falda acabaran de color pardo por la suciedad del suelo y ese es el origen más antiguo que se da a dicha frase. Pero lo cierto es que en Madrid su origen proviene de una norma impuesta por el propio Carlos III. En pleno siglo XVIII al bueno de Carlos se le ocurre que sería bueno poder diferenciar a las prostitutas del resto de la población, para de este modo no provocar malos entendidos que generen conflictos innecesarios, y por ello, se imponen que deben llevar un jubón de color pardo el cual deberá terminar en su parte baja en forma de pico, de esta manera todos podían saber qué estaban buscando y qué podían esperar de quien así se vistiera.
Ir como puta por rastrojos. Como su origen campestre deja claro en la propia expresión, esta frase no es de origen castizo, pero dado que su uso fue muy frecuente en la Villa y Corte, la añado en este recopilatorio.
La expresión hace referencia a aquellas meretrices de bajo nivel social que solían tener como clientela a los hombres de campo. Estos en la mayoría de los casos no eran poseedores de una vivienda particular, bien por ser demasiado jóvenes o por tener familia, y su sueldo tampoco les daba para poder pagar fonda o cama sobre la que consumar con las meretrices, por ello se veían obligadas a tener que consumar sobre el propio campo, en el mejor de los casos sobre la cosecha y en el peor sobre rastrojos y malas hierbas. Dicha práctica dio origen a esta expresión como metáfora de que no se puede ir mucho peor en determinado asunto.
Eres un pendón desorejado. Vamos con esta la última expresión de este nuestro recopilatorio de hoy. En cuanto a esta expresión parece existir diversidad de pareceres y de posibles orígenes, como yo no soy quién para juzgar a pendón alguno, os dejo las que he encontrado y vosotros juzgar con cuál os quedáis.
Primero necesitaremos ver de donde proviene el término pendón, pues si bien está clara su acepción como bandera o estandarte, la raíz de dicha palabra parece que no proviene del término latino Pendere, sino del francés Penon que se refiere a las plumas de ave.
Que por qué os cuento esto, pues porque para entender el origen de la expresión es necesario conocer sus raíces. Para algunos autores, el origen de esta expresión proviene del hecho de que antiguamente en la puerta de los prostíbulos se colocaba una bandera o estandarte, indicando que en aquella casa se ejercía la prostitución y por ello comenzó a usarse este término de pendón para referirse a las mujeres y hombres se actitud libertina. Aunque ciertamente en la parte masculina parece que ha quedado como algo picaresco y en la femenina, como pasa con casi todo en nuestro idioma, tiene una connotación mucho más grotesca. Pero en cambio otros autores indican que el origen de la expresión pendón se refiere a que durante algún tiempo se solía castigar a los condenados por delitos de moral a ser expuestos en público tras ser untados con brea y emplumados con plumas de gallina, lo cual pega muy bien con la segunda parte del término, desorejado, que en este caso sí que parece existir más consenso, que el término se refiere al castigo a sufrir la amputación de los pabellones auditivos en caso de conductas indecorosas reiteradas o demasiado fuertes para un simple emplumamiento.


Fotografía fuente financieros.com


FRANCISCA DÍAZ CARRALERO.

Vamos a recuperar esa pequeña costumbre que tenemos de sacar de vez en cuando la historia de algún protagonista efímero de nuestra Villa y Corte, que si bien su impronta no ha quedado grabada en nuestra memoria como protagonistas principales, sí que tienen una historia digna de ser recordada.
Hoy vamos a comentar algo sobre María Francisca Díaz-Carralero Rodelgo, o como era más conocida en su tiempo, como “La Ciega de Manzanares”.
Francisca, nació en 1818 en Manzanares, lugar del que es es hija predilecta desde 2014. Cuando era muy muy niña huérfana de ambos padres y ciega de ambos ojos, por lo que se encargó de su crianza una de sus hermanas mayores.
La hermana que debía por fuerza encargarse del mantenimiento de la familia, solía dejar a Francisca sentada frente a la ventana de la escuela de Latinidad de Manzanares, para que al menos la muchacha se entretuviera escuchando lo que allí se decía mientras recaudaba alguna moneda mendigando y no se tuviera que quedar en casa mano sobre mano sin entretenimiento alguno. Pero aquello que comenzó como un mero entretenimiento, se convirtió en algo más cuando el profesor de la clase, decidió invitarla a que entrara a escuchar las clases desde el interior, aunque no pudiera pagar el coste de las mismas.
A Francisca le encantaba escuchar todo lo que allí aprendía y como si de una esponja se tratara absorbía cada detalle que por sus oídos pasaba. Pero como esto del bullying no es cosa solo de nuestros días, el resto de estudiantes, ya fuera por no parecerles apropiadas las vestimentas de la pobre mendiga o porque sus cualidades para el aprendizaje les dejaba en evidencia, comenzaron a meterse con la pobre ciega hasta que le hicieron la vida imposible y la obligaron a abandonar las clases.
Pero lo que aquellos niños no podían arrebatarle a Francisca era el poso que la cultura ya había sembrado en ella, y la pobre ciega ya se había convertido en una de las mejores improvisadoras y recitadoras de poesía de su época.
En 1850 se desplaza a la capital para ingresar en la Escuela de Sordomudos y Ciegos, y además de asistir a sus clases se hace asidua asistente a las más importantes tertulias literarias del momento y a recitar sus poemas por las calles a cambio de unas monedas. Se comenta que incluso Francisca consigue convencer a un par de compinches, que la comenten el aspecto de los presentes en secreto, y ella compone e improvisas sus versos sobre las cualidades físicas de sus oyentes, cosa que como es natural, hacían que los mismos se sorprendieran por el que aquella genial ciega, no sólo recitara con tanta belleza, sino que sin verles consiguiera armonizar hasta el más mínimo detalle de su indumentaria.
La fama de Francisca comenzó a hacerse cada vez más popular, hasta que esta llegó a los oídos del Marques de Molins, hombre adinerado y gran amante de las letras, el cual la mandó llamar para que recitara en su presencia. El Marques, para ello organizó una velada con lo más granado del panorama político y literario de la época. Reunión a la que asistieron para conocer a La Ciega de Manzanares personalidades como: Bravo Murillo, Bretón de los Herreros, Amador de los Ríos o Gil de Zarate.
La mendiga Francisca comenzó recitándoles una composición en la que hablada de su propia ceguera y que decía así:

“Nací, y en el nacer quedeme ciega,
y lloré sin saber mi desventura:
Hoy sumida en recuerdos y amargura
sólo el llorar mi corazón sosiega.
Su luz, su resplandor el sol me niega;
nunca vi de la luna la hermosura,
ni admiré de la nieve la blancura,
ni vi este rostro que mi llanto riega.”

Para continuar con lo más alabado de su extenso repertorio. 
Fue tal el impacto que la intervención provocó en sus oyentes, que allí mismo todos los asistentes firmaron una instancia, que tenía mucho más peso por aquel entonces que una campaña de Change.org, para conseguir una pensión para aquella genial mendiga poetisa.
Aunque aquella instancia no fue mano de santo y tardó su tiempo en llegar, al final la reina Isabel II se la concedió, y aquella mujer que había dado su vida a transformar su ceguera un nuevos paisajes para sus oyentes, por fin pudo dedicarse a las letras sin tener que mendigar sus poemas por las calles a cambio de unas pocas monedas. 
Y hasta aquí, nuestro recuerdo a esta genial mujer, cuyo amor por las letras consiguió por fin recompensarle por su dedicación.
Si queréis ampliar información sobre este personaje, os recomiendo el libro "La Ciega de Manzanares" de Julián Granados.




 Representación de la grandiosa mendiga (Autor desconocido)

EL CONDE Y SU GALLINA

El conde Duque de Olivares, que para muchos es más famoso por las representaciones que de él realizó Velázquez que por sus propias obras, realmente fue un hombre muy influyente en la corte de su época, y aunque romano de nacimiento, desde sus 12 años, edad en la que fue enviado a estudiar a Salamanca, se valió su peso e influencia a base de dinero y posición en un Madrid que de debatía en peleas de influencers entre el duque de Lerma y su hijo el duque de Uceda a quien apoyaba nuestro protagonista de hoy.
Pero si bien el duque dio mucho que hablar, hoy nos vamos a parar en una anécdota bastante poco conocida sobre el duque.
Al parecer el bueno de Gaspar de Guzmán y Pimentel Ribera y Velasco de Tovar, que así se llamaba el bueno del Conde, tenía un gallinero en el que almacenaba gran número de ellas, cada cual más exótica y variada. Al parecer Gaspar se tiraba horas con ellas, dándoles de comer, limpiando su espacio, recogiendo sus puestas y según dice alguna que otra pluma afilada, incluso cacareando con ellas como si fuera su papá pollo.
Pero de todas ellas nuestro insigne noble sentía predilección por una gallina de blanco plumaje a la que llamaba Doña Ana. El duque sentía una gran predilección por ella, y raro era el amigo del Conde que no hubiera conocido también a la blanca Ana, que dicho así queda muy poético para referirse a semejante animal.
El caso, es que como decía el Conde sólo tenía ojos para su Doña  Ana, y tanto fue así, que según comentan algunos escritos de la época cuando la buena ponedora falleció, el Conde no pudo soportarlo y cayó en una depresión de considerable importancia.
Tal fue su desdicha que ya nunca más se encargó de aquél gallinero, ni quiso volver a tener nada que ver con él, por lo que decidió regalar el terreno sobre el que este se levantaba al rey Felipe IV, y al cuál accedió de buena gana aunque el regalo finalmente lo pagó el pueblo de Madrid.
Pues bien, sobre los terrenos que según cuenta esta historia el Conde Duque de Olivares tenía su gallinero, es donde posteriormente se levantarían La casa de fieras Retiro, por lo que si es cierta esta historia, la cual parece bastante probable según algunos escritos que se conservan, no cabe duda de que el pueblo de Madrid le debe a la memoria de Doña Ana, tan maravilloso emplazamiento. Lo que está claro en que nunca semejante pollo dio tan buen caldo.

Detalle del Conde Duque de Olivares de Velázquez (Museo del Prado) 

EL DESTAPE

Se conoce como el destape a la corriente escénica que evolucionó en España, durante los últimos años de vida del dictador y los primeros que vinieron tras su muerte.
En un país reprimido de poder manifestarse libremente, el que de repente se comenzara a dar cierta permisividad originó que estallaran grandes estrellas del género, que deseosas de mostrar todos sus encantos, utilizaban su escultural belleza como un nuevo método de expresión.
Sin duda la reina del destape o al menos a la que se le atribuye el primer desnudo integral, fue Susana Estrada. Susana, en el año 1976 puso sobre el escenario su particular versión del éxito Gilda, de Rita Hayworth, sólo que Susana no recordaba muy viene cómo era la escena y en su espectáculo “Historias del Strip Tease” en vez de quitarse sexualmente el guante, se quedaba únicamente con él.
Pero si bien Susana fue la que cruzó por primera vez la línea del desnudo completo, bien es cierta que no fue la primera en realizar este tipo de espectáculos. Según he podido encontrar, poco antes de que el dictador falleciera Victoria Vera ya mostraba su desnudez a los madrileños en su espectáculo ¿Por qué corres Ulises? obra de Antonio Gala, en la que casualmente un imperdible le jugaba una mala pasada de manera fortuita en cada representación. También en los últimos meses de 1975 María José Goyanes lucía su figura en el espectáculo Equus, aunque esta como había venido haciendo muchos años atrás la Fornarina, no lucía un verdadero desnudo, pues usaba unas mallas de color carne para cubrir sus pudores. 
En lo que al cine se refiere, el primer desnudo lo protagonizó María José Cantudo, en la película "La trastienda" de José Grau, película que originó la famosa frase del “Felpudo de la Cantudo”.
En cuanto a las publicaciones impresas, la primera mujer que en aquellos tiempos tuvo el honor de ser retratada en situación de desnudez fue la bella actriz Nadiuska que con sus ojos de gata deslumbraba a propios y extraños. La fotografía salió en la revista Guadiana en la que la bella Roswicha Bertasha Smid Honczar (nombre real de Nadiuska), con un vaso de agua en la mano, dejaba a media España con la boca seca.
Pero el celuloide Español sólo estaba comenzando en sus primero pinitos, y aquello no quedó allí, de repente irrumpió la espectacular Bárbara Rey, que con sus atributos capaces de deslumbrar tanto al más alto, como al más campechano de los españoles, se atrevía a representar por primera vez el amor lésbico en el cine. Es célebre su amor filmado con Rocío Dúrcal en la película “Me siento extraña”, aunque como os decía no fue la primera vez en estas lides, ya que en la película “La muerte ronda a Mónica” pese a no tener un papel protagonista, ya que la protagonista era la citada Nadiuska, Bárbara interpretaba el papel de la homosexualidad femenina.
La televisión, que estas tendencias era mucho más mojigata, tuvo que esperar hasta 1977, en una entrevista de José María Íñigo a Libertad Leblanc, a la que un descuido, la fuerza de la gravedad o una conjunción de distintos “imprevistos” hacía que uno de sus pechos se escapara de su ropa.
Como podéis imaginar aquello fue un auténtico bombazo pues al no existir más que una cadena de televisión entonces, aquello entró como un bombazo en los hogares del país. 
En lo referente a los strip tease  a la televisión le costó mucho más y a la mínima que se intuía que algo podía pasar, se eliminaba el programa sin demasiados miramientos y los españoles se quedaban con cara de bobos esperando una emisión que nunca llegaba. No fue hasta 1985 cuando la actriz porno italiana Cicciolina, que más tarde intentó su ascenso como política, realizó el primer desnudo televisado, aunque dados los años que ya habían pasado podemos decir que aquello ya ni fue destape ni fue ná de ná.
Con esto terminamos nuestro repaso por esta etapa del destape. Sinceramente, con estos fríos, cogeros una rebequita que fuera refresca.


La actriz alemana Nadiuska (Fotografía fuente El Mundo)

FRASES Y REFRANES DE MADRID (Parte 18)

Hoy en este recopilatorio que comenzó como una entrada puntual y a lo tonto llevamos ya 18 entradas, vamos a dar un paso más allá. Y es que hoy además de las frases y refranes madrileños, vamos a ampliar el catálogo a algo muy madrileño, algo que según quién lo diga o cómo se diga puede pasar de ser un halago al más absoluto de los insultos. Como muchos ya estaréis suponiendo, me refiero al piropo y al chascarrillo. Ambos tienen una raíz positiva, pero mientras que el primero lleva implícito la alabanza a una dama, el segundo es más genérico, con un cariz más cómico y normalmente mucho más mordaz. Espero que nadie se sienta ofendido por ninguno de ellos, desde luego mi intención es simplemente que no caigan en el olvido.
Vamos con ellos:
 “Señora, derrama usted tanto salero que vamos todos convirtiéndonos en mojama” Piropazo donde los haya, obviamente ha de ser dicho con arte, sin agredir a la dama y con un tono que la haga sentirse protagonista. Un piropo es una frase para la señora, no para los amigotes que te acompañen.
“Tienes más gazuza que un maestro de escuela” En el pasado, bueno y en algunos casos en el presente, para qué nos vamos a engañar, la profesión de maestro no estaba muy bien remunerada que dijéramos, por lo que era habitual que los que se dedicaban a dar clase a los pequeños pasaran bastante hambre y fueran lo que actualmente se viene a denominar como pobres con trabajo, es decir que con tu sueldo no te llega a poco más que a mal vivir.
 “Vaya una piedra bonita con la que darse un tropezón”
Así de inicio llamar piedra a una dama, no es la más lograda de las metáforas, pero este piropo consigue utilizar dicha comparativa para ensalzar a la referida señora como esplendida opción en la que dar un traspiés, no sabemos si su inventor juega con lo de tropezar dos veces con la misma piedra, pero personalmente, como piropo me parece que tiene su arte.
“Eres como el tranvía del 15, pasas por Lista pero no llegas a Hermosilla” Chascarrillo muy mordaz y con un poco de mala leche que obviamente se refiere a una dama cuyas cualidades estéticas no están a la altura de su intelecto. Al parecer la primera dama a quien se refirió este chascarrillo fue a la mismísima Emilia Pardo Bazán.
“Promesas de enamorados, por la mayor parte son ligeras de prometer y muy pesadas de cumplir” Por último he querido traeros a la memoria está celebre cita de nuestro genial Don Quijote de la Mancha para recordaros que si bien un piropo puede ser galante y zalamero nunca hay que olvidar que lo que se dice apasionado dura lo que dura su fuego. Nada como el hombre o la mujer que enamora con su perseverancia y no con frases de un día.




FRASES Y REFRANES DE MADRID (Parte 1)
Autor imagen desconocido (Fuente marcelobarros