Siempre que hago una ventana en el tiempo intento cuadrarla al máximo y guardar la máxima fiabilidad respecto a la antigua, sin embargo eso provoca que la actual se desluzca bastante y quede una imagen bastante sosa. Hoy tenemos uno de estos casos en que la imagen actual no dice absolutamente nada, pero que al hacer el juego de volar al pasado nos sorprende muy gratamente.
Hoy nos toca recordar esta calle Ferrocarril, cuando el nombre de la calle tenía todo su sentido, cuando se podía divisar los trenes que llegaban a la estación de Delicias, hoy sería un espectáculo para los más pequeños, peligroso, sin dude, pero todo un espectáculo.
Espero que os sorprenda.
Fotografía moderna: 2020 Sergio Moreno
