Puerta del Sol.
Fotografía moderna: Sergio Moreno 2015.
EL PRIMER DESNUDO.
Aunque a Madrid siempre le ha gustado acompañarse de un poso cultural importante, la verdad, para qué nos vamos a engañar, es que siempre nos ha gustado un desnudo más que a un tonto un palote.
Hoy, con vuestro permiso, vamos a ir de regreso, al primer desnudo que pudo presenciarse en Madrid sobre un escenario. Para ello, como es lógico tendremos que irnos un poco atrás en el tiempo, hasta los primeros años del siglo XX.
En aquellos tiempos de modernización constante, apareció en el Salón Japonés, uno de los salones más transgresores de la época, un espectáculo llamado “El Pachá bum bum y su harén” en el que un bailarín negro de origen Francés, salía a escena a mostrarnos las delicias de su completo harén. En un momento del espectáculo, el actor salía a escena portando una inmensa bandeja, sobre la que ante la mirada de todos los madrileños, el Pachá mostraba su última adquisición, una esclava que entre centelleantes efectos de luces, dejaba caer los velos que la tapaban, adivinando sobre el escenario, la obra más bella de la creación que ningún madrileño había podido ver hasta el momento, el cuerpo desnudo de Consuelo Vello.
Como podréis imaginar, rápidamente el espectáculo se convirtió en la sensación del momento y las colas para ver a la cupletista cantando desnuda sobre el escenario, eran la comidilla de todo Madrid, tanto para los críticos, como para los amantes, como para los que criticaban en público y disfrutaban en privado, que a ver si os habéis pensado que la hipocresía es cosa de hoy en día.
La bella Consuelo, o la Fornarina como empezó a llamársela, por su parecido con la bella amante del genial pintor Rafael Sanzio, no era sin embargo una mujer que se conformar con ser admirada por su cuerpo, sino que poseía unas dotes para el canto que la hacían ser la envidiada entre algunas de sus compañeras. Sabedora de que había sido la precursora de un nuevo género de actuación, aprovechó su momento para llegar a Paris, donde su carrera no sólo se volvió mucho más lucrativa que en los cafés de Madrid, sino que le permitió depurar aún más la elegancia y buen hacer con el que mezclar el erotismo de su cuerpo y la maestría de su interpretación.
Como podéis imaginar eran innumerables el número de sus seguidores y de los hombres capaces de hacer lo que fuera por sus desvelos. Pero la bella Consuelo, era mujer de un solo hombre y vivía terriblemente enamorada de Juan José Cadenas con quien se casó pese a que ambos vivieron una tortuosa historia de amor llena de infidelidades, separaciones, reencuentros y males de amor.
Su amado fue protagonista también de su éxito pues hacía las veces de manager, representante e incluso llegó a escribir para ella uno de sus grandes éxitos “Clavelitos” (os dejo este enlace para que podáis escucharla), por el que en algún momento de sus innumerables rupturas, llegaron a pleitear por sus derechos de interpretación.
Finalmente la bella Consuelo falleció muy joven, el 17 de julio de 1915, cuando sólo tenía 31 años. Tal y como ella había expresado fue enterrada “en el cementerio más alegre de Madrid” el de San Isidro, donde desde entonces, no se sabe muy bien gracias a cuál de los múltiples hombres que quedaron muertos por su amor, cada año en el día de su fallecimiento, recibe una flor fresca en recuerdo de su belleza.
Retrato de la Fornarina 1908. Archivo ABC https://www.abc.es/archivo/fotos/la-fornarina-en-un-retrato-fechado-en-1908-7624441.html
SUBIDA GRAN VIA
FARMACIA EL GLOBO
Gran Vía lluviosa
RE-INAUGURACIÓN HOTEL NH NACIONAL
Este hotel que es una de los de más tradicionales y antiguos de nuestra ciudad (abrió en 1925), he de reconocer que desde siempre ha sido uno de los hoteles que más me han llamado la atención como usuario y como madrileño, no sólo por su excelente ubicación, a un paso de la estación de Atocha y dentro de uno de los triángulos culturales más importantes de Europa (Museo Reina Sofía, Thyssen-Bornemisza y Museo del Prado) o por el que en sus habitaciones hayan disfrutado de la hospitalidad celebridades como Albert Einstein, sino porque desde siempre me ha encantado esa presencia imponente con la que viste el inicio del paseo del Prado y sirve de puerta de bienvenida para aquel que inicie su ascensión por la calle Atocha.
Ayer en una re-inauguración a la altura del edificio que albergan, tuve, junto a otros grandes blogueros, fotógrafos y amantes de Madrid, como Espacio Madrid, Cavilesphoto, Podcastizo y un largo etcétera, el placer de disfrutar de un remodelado hotel, con unas instalaciones modernizadas para brindar al hotel de una continuidad que les permita continuar haciendo Madrid por muchos años más.
Pudimos disfrutar de un avance de la remodelada propuesta gastronómica, que de la mano de David Robledo y Abel Valverde del restaurante Santceloni (2 estrellas Michelin) nos brindaros junto con un exquisito recorrido por todas las instalaciones del hotel, así como un excepcional momento de charla junto con el director del hotel, el resto de la directiva de la cadena NH y de todos los amantes de esta ciudad, que en algunas ocasiones como en este caso, se reinventa y moderniza pero sin renunciar al respeto que merece la historia de lo que nos ha hecho llegar hasta aquí.
Os dejo algunas imágenes del evento, así como un pequeño detalle que conseguí en la Biblioteca Nacional y que le regalé al propio director del Hotel, D. Roger Grau; se trata del recorte de prensa, en el que se describe el primer evento realizado en el Antiguo Hotel Nacional y que apareció en publicado el 30 de Marzo de 1925.
Deseémosle al NH Nacional muchos éxitos en su nueva andadura y que al menos le quede otro siglo más junto a nosotros.