Posada de la Villa. Cava Baja


Fotografía antigua: 1929. Autor desconocido. SI alguno lo conoce le rogaría que me lo indicara.
Fotografía moderna: 2016. Sergio Moreno.

Calle Maestro Victoria

Fotografía antigua: Años 20. Autor desconocido. Por favor, si alguien conoce el autor agradecería que me lo indicara.
Fotografía moderna: Sergio Moreno 2016.

Calle Mayor.

Fotografías antiguas: Cas Oorthuys 1955.
Fotografías modernas: Sergio Moreno 2016


PLAZA DE SAN MIGUEL.


Fotografía antigua: Catalá Roca 1955.
Fotografía moderna: Sergio Moreno 2016

CALLE MIRA EL RIO (Alta y baja)

Según nos contó Antonio Capmany y posteriormente Pedro de Répide, el nombre de estas calles proviene de un gran diluvio que ocurrió en Madrid desde el 29 de Octubre de 1439 hasta el 20 de enero de 1440.
Según nos cuentan, estuvo lloviendo y nevando ininterrumpidamente durante esos casi tres meses lo que originó que el río Manzanares se desbordara y los vecinos de la zona se subían a unas peñas que estaban en el lugar de estas calles, para poder ver la crecida y que al ver semejante crecida, exclamaran ¡MIRA EL RÍO! ¡MIRA EL RÍO! Y de ahí se quedó el curioso nombre de estas dos calles del barrio de Arganzuela.
Pidiendo perdón por adelantado, a estos dos geniales contadores de la madroñosfera, lo cierto, es que la leyenda además de sonar algo inverosímil parece tener algún error.
Dejando de lado el que el río Manzanares fuera capaz de crecer tanto como para llegar a la zona en la que se encuentran estas dos calles, que lo desconozco, pero todo apunta a ser mucha crecida para tanto desnivel; por lo que he podido indagar, ese diluvio de tres meses ocurrió, pero todos los datos parecen indicar que no fue en 1439 sino cuatro años antes, en 1435, por lo que es posible que ese dato se tratara de una error o simplemente de una errata tipográfica que ha venido repitiéndose en el tiempo
Respecto a la fecha en la que terminó el diluvio, también he encontrado varias discrepancias, unos dicen que fue el día 7 de enero, otros que el 20 de enero, e incluso he encontrado algunos que lo alargan hasta el 29 de enero (supongo que más por redondear los tres meses exactos que se citan en algunos documentos, que por poseer la fecha exacta), pero el caso, es que todo apunta a que aquél diluvio fue en 1435 y no en 1439 como figuran en las crónicas de estos dos genios a los que tanto debemos.
Fuera o no cierta la leyenda, y estuviera el dato del diluvio correcto o no, el caso es, que es la única explicación que ha llegado hasta nuestros días, por lo que sea o no precisa, la adoptaremos como nuestra, que también de leyendas vive el hombre. Espero que al menos os haya resultado curioso su recuerdo. Ya sabéis hubo un Madrid en el que llovía. ¡¡¡¡Increíble!!!!  

Si quieres ver todas las cosas que os cuento con su ubicación en un mapa accede a este enlace



PLAZA DEL PROGRESO


Fotografía antigua: 1933 autor desconocido. Si alguno conoce el autor rogaría que me lo indicara.
Fotografía moderna: 2015 Sergio Moreno.

Si quieres ver todas las "Ventanas en el tiempo" con su ubicación accede a este enlace

LA CABARRUS.

Normalmente los protagonistas de nuestra historia suelen ser hombres en su mayoría, pues nos guste o no, el poder de nuestro país, y por ende de nuestra ciudad, ha estado siempre en posesión masculina. Pero hoy la protagonista de nuestra historia es una mujer de armas tomar, una mujer que aprovechó todas sus oportunidades y su momento, para montar o al menos influir, en una de las revoluciones más grandes de la historia. Hoy vamos a pasear de la mano de Teresa Cabarrús.
La cabarrús, como se la conoce en su Carabanchel natal, nació un 31 de julio de 1773, fruto del amor de un francés y de una española. Vivió en Carabanchel de Arriba hasta los 12 años, momento en el que su padre decidió que en París podría recibir mejor formación, que la que estaba llevando por los conventos madrileños, por lo que allí que se llevó a que la niña para que se hiciera toda una mujercita.
Teresa, que además de lista era guapa a rabiar, ambas cosas que ya despuntaban desde antes de salir de Madrid, pronto empezó a tener visitas de pretendientes de las más influyentes esferas de la capital gala y tres años después, se casaba con Jacobo Devin el Marques de Fonteany, de quién se divorciaría poco después, provocando que Teresa saliera de Paris poniendo tierra de por medio.
Teresa se instaló en Burdeos en donde tenía familia por parte de padre, y allí conoció a Jean Lambert Tallien con quién inició su segunda relación.  
Teresa por aquel entonces pasó a ser conocida como Mademe Tallien adoptando el apellido de su amado y ayudando a éste en sus quehaceres como Comisionado de la Convención Nacional.
Ella a la vez que le tramitaba el trabajo administrativo, se encargaba de convencerle para que facilitara documentación y ayuda a los revolucionarios, que comenzaban a elevar la voz contra Robespierre, lo cual le comenzó a valer el sobrenombre de "La señora del Socorro" entre sus conciudadanos.
Esto llegó a los oídos de Robespierre quien mando llamar a su presencia al buen de Jean Lambert, para darle las debidas explicaciones de su laxa mano contra sus enemigos.
Teresa acompañó a su marido de incógnito y sin que este lo supiera, en su regreso a la capital gala, pero fue detenida y arrestada, lo cual hizo pensar a Teresa, dada la costumbre de entonces de ajusticiar primero y preguntar después, que sería el fin de sus días, por lo que escribió una carta a su marido, poco más que despidiéndose de él.
Su marido, en una parte enojado por la detención de su mujer, y en otra, asustado por el que esta fuera guillotinada, aprovechó el descontento que existía contra Robespierre para acusar a este, públicamente y a la cara, de ser el culpable de todos los males del País. El gobernante, que como todos, no era muy dado a aceptar las críticas con sosiego, montó en cólera contra él y todo esto, junto con otros incidentes relevantes que no tienen vinculación con Teresa, terminó desencadenando en el llamado “Golpe de Thermidor” que al final daría con Robespierre y todos sus seguidores bajo el acero de la guillotina, en aquella cosilla que se denominó La Revolución Francesa.
Los amantes consiguieron escapar de Paris y regresar a Burdeos donde se casaron y formaron familia, pero por desgracia, Teresa no parecía demasiado afortunada en cuanto a la vida en pareja y de nuevo se divorció de su marido. Dando con ello por terminada su faceta revolucionaria.
Por tercera y última vez, Teresa se casó con el Conde de Caraman junto al que vivió hasta el 15 de enero de 1835 en que la alcanzó la muerte en Chimay (Belgica) de donde su marido era príncipe.
Y hasta aquí nuestro recuerdo a la Cabarrús,  una mujer que forjó su futuro en todo momento y que lejos de amilanarse por los tiempos que había tocado vivir, se cogió el mundo por montera y participó en él.

Presunto retrato de Teresa Cabarrús.