RONDA DEL PECADO MORTAL.

Corría 1733 cuando en Madrid una noche comenzó a aparecer un sonido poco común por sus calles al caer de la noche.
De repente y sin saber a cuento de qué empezaron a recorrer sus calles la queja mañanera sobre unas campanas y una letanía que impedía conciliar el sueño a sus habitantes.
Al parecer, unos encapuchados a los que precedía uno portando una campanilla y un farol para aumentar su tétrico aspecto, recorrían las calles de Madrid repitiendo sin cesar rezos y letanías así como frases que incitaban a los habitantes de la noche a reconducir su conducta, inducida en gran parte por el anonimato  de la noche.
Madrid, una ciudad que siempre ha sido dada al dispendio y por qué no decirlo a la lujuria nocturna, no estaba falta de prostitutas, rateros y amantes de los delirios del vino, quienes componían sus víctimas predilectas a las que buscaban y perseguían con la intención de que su aspecto fantasmagórico y su constante comportamiento les hiciera rehuir de sus quehaceres y se fueran a casa a recapacitar sobre su conducta o bien en el caso de las mancebas, les acompañaran al convento se María Magdalena de la Penitencia, en lo que es hoy el edificio de la UGT en la calle Hortaleza nº 88, para poder exculpar correctamente los pecados de su carne y espíritu.
Dicha compaña recibía el nombre oficial de “Santa y Real Hermandad de María Santísima de la Esperanza y Santo Celo en la Salvación de las Almas”, pero ya fuera por quedarse sin caracteres para el twitter o por lo enrevesado del título, el caso es que era conocido por todos como la “Ronda del Pecado Mortal”, que quieras que no es mucho más corto y tiene un impacto publicitario mucho más efectivo.
El caso es que, como os decía, los madrileños tenían que sufrir cada media noche sus campanas y letanías, a las que supongo que se añadiría también alguna que otra pelea de sus víctimas, que tampoco creo yo que todas las prostitutas se quedaran quietas y tranquilas al espantarles la clientela.
La Ronda continuó su labor durante más de un siglo hasta que en 1842 comenzaron a instalarse las primeras lámparas de gas. Las calles comenzaron a tener una iluminación mayor, con lo que su aspecto ya no quedaba tan tétrico y eso unido a que todo Madrid conocía ya quienes eran, perdía mucha efectividad al mensaje.  
Como colofón y para apelar a la rectitud de vuestras almas os dejo una de sus letanías la cual ha llegado hasta nuestros días:
Alma que estás en pecado 
si esta noche te murieras 
piensa bien a dónde fueras
Para los cuerpos que pecan en tactos 
y viles gustos hay los eternos disgustos
Mujer mundana,
 si tienes los pies en la sepultura,
 ¿qué pretende tu locura?
Esa culpa que cometes mira atenta 
y considera que podrá ser la postrera.
De este sueño en que te tiene tu viciosa vida,
 advierte no te despierte la muerte
Aunque tu culpa confieses,
 si no dejas la ocasión
 cierta es ya tu condenación
Vamos la alegría de la huerta…
Convento de las "Recogidas" o de Maria Magdalena de la Penitencia.


Escaleras Museo del Prado


Fotografía antigua: 1880 Autor desconocido. Si alguien conoce el autor rogaría me lo indicara.
(Fuente Marisol Rodriguez Facebook)
Fotografía moderna: Sergio Moreno 2016

RED DE SAN LUIS

Fotografía antigua: Autor desconocido, si alguien lo sabe rogaría que me lo indicara. 1947 
(Fuente Maria Ku)
Fotografía moderna: Sergio Moreno 2016

Plaza Mayor, lugar de paso.


Fotografía antigua: Cas Oorthuys 1955
Fotografía moderna: Sergio Moreno 2016

EL PUNTO SOBRE LA HISTORIA

Como alguno ya sabéis, hace un tiempo me invitaron los amigos David Botello y Lorenzo Gallardo de "El Punto Sobre la Historia" a participar con ellos en su programa.
Dentro de esta locura en la que se está convirtiendo el dejaros cada día esta mi pasión por Madrid, no podía negarme y para bien o para mal, aquí tenéis la emisión para los que por distancia o por cualquier otro motivo no hayáis podido verlo.
Os recomiendo verlo entero (este programa y cada Viernes a las 21:30 en Telemadrid) pero por si os pierde el ansia por desvirtualizarme, aparezco sobre el minuto 25.
Espero que os guste. Un saludo amigos


TWITTER @PuntoHistoria


FRASES Y REFRANES DE MADRID (Parte 14)

Ir de tiros largos. La expresión aunque mucha gente piensa que se refiere a que las mujeres llevaban sus vestidos de cola larga para ir elegantes a alguna fiesta o evento, aun estando relacionada en cierto modo con ello, no se refiere precisamente a eso. La expresión hace mención a los tiros largos de los carruajes, es decir a los carruajes de más de una fila de caballos, que en lugares como Madrid sólo se usaban o bien en algunas diligencias, o bien como signo de ostentación, ya que no estaban al alcance de cualquiera por su coste de manutención tanto de los caballos como de adquisición del propio vehículo. Es decir durante un tiempo, esos carruajes era difícil verlos por la Villa si no se trataba de algún noble o ricachón, que para fardar, montara su carruaje de gala para ir al teatro o alguna fiesta con una a todas luces innecesaria fila de caballos adicional. Como es de suponer, la gente que descendía de aquellos carruajes lo hacía con sus mejores galas, y de ahí la expresión de “ir de tiros largos” relacionada con ir vestido de manera elegante y ostentosa.
La primera verbena que Dios envía es San Antonio de la Florida la expresión por sí sola ya nos da muchas pistas de a qué se refiere, pues como se indica claramente, se refiere a que la primera verbena del año es la de San Antonio de la Florida, próxima al 13 de junio. El caso es que mucha gente piensa que esto no es así, pues entienden que la de San Isidro cae en el santoral con anterioridad, pero lo que esta gente no sabe o es lo que les hace caer en el error, es que San Isidro, no es, ni ha sido nunca una verbena, pues se trata de una romería, que aunque a día de hoy sea prácticamente una diferenciación semántica, lo cierto es, que lo que es, es, y no hay más que hablar.
Hacer mutis por el foro. Esta expresión no está claro que sea de origen o costumbre madrileña, pero me he decidido a incluirla pues mucha gente por aquello del “foro”, sí que se piensa que está vinculada directamente con los madriles. La expresión quiere decir que alguien abandone un lugar sin que nadie se percate de ello, y proviene del mundo teatral donde era habitual que ante la falta de artistas estos desaparecieran por la parte del fondo del escenario de manera sigilosa, para volver a aparecer transformados en otros personajes a demanda de la obra y de ahí la expresión, en la que foro se refiere claramente al fondo del teatro y mutis es una expresión del latín que quiere decir mutar o transformarse.
Que te den morcillas. Esta es de esas expresiones que a nadie le gusta recibir, pues quiere decir que el interlocutor no le desea ningún bien al receptor, pero quizás cuando la decimos no sabemos muy bien todo el mal que deseamos pues la verdad, es que el origen refiere a la costumbre madrileña mediante la cual para acabar con los perros rabiosos, se solía coger veneno y mezclándolo con carne introducirlo dentro de una tripa de animal, generando así una letal morcilla, la cual se lanzaba al perro enfermo, acabando con la vida del mismo, sin miedo a que este mordiera y contagiara a nadie. Así que ya sabéis cuando le decís a alguien que te den morcillas, igual le estás deseando más mal del que imagináis.

LA BELMONTEÑA.

Supongo que muchos de vosotros os estaréis preguntando quién es esta señora de la que hoy os hablo y que tan poco conocida es en nuestra historia… pues bien, realmente la Belmonteña es un personaje bastante efímero, pero que está vinculada muy en especial al día de hoy 22 de junio.
Y es que en este día 22 de junio de 1866, estalló en Madrid la conocida como rebelión de San Gil, nombre que toma del acuartelamiento que se encontraba próximo a la actual plaza de España y por la que gran parte de los militares de dicho acuartelamiento, secundados por el partido democrático y progresista, se levantaron contra el reinado de Isabel II y del gobierno del General O´donnell.
Al parecer el levantamiento estaba planeado para el día 26 pero debido a las sospechas de que les podían estar investigando, los sargentos del Cuartel de San Gil, que fueron los principales artífices de la sublevación, decidieron adelantar el ataque, echándose a la calle con sus armas, junto con otros regimientos de artillería, camino a la Puerta del Sol, donde debían de unirse los milicianos para juntos atacar el Palacio Real. El principal problema que se encontraron es que la fuerzas de Narvaez, O´donnell y el resto de generales afines a la reina que se encontraban en Madrid, consiguieron hacerse fuertes allí obligando a retroceder a las fuerzas rebeldes hasta el propio Cuartel de San Gil, en donde terminaron sofocando la revuelta que poco más tarde costaría la vida de 66 sargentos acusados de ser los culpables de la sublevación.
Y os preguntaréis… ¿Y qué tiene todo esto que ver con la Belmonteña? Pues bien, la Belmonteña que respondía al nombre de Carlota Jaúregui, era una intrépida mujer, casada con Joaquín Belmonte Valcarcel, no se sabe muy bien si el mote le venía del apellido de su marido o de que ambos fueran naturales de la localidad de Belmonte, puesto que no he conseguido encontrar registros que lo aclaren con totalidad. El caso, venga de donde venga el sobrenombre, es que Carlota y su marido vivían en aquel entonces en la calle de la Luna, y al ver la barbarie que estaba ocurriendo por las calles y la quietud de sus vecinos que permanecían agazapados en las calles, no dudó ni un segundo y llevándose consigo a una de sus criadas, salió a la calle para ir socorriendo a los hombres que heridos quedaban tendidos por las calles.
Se sabe que Carlota, sin preocuparse lo más mínimo del fuego que por su calle se cruzaban ambos bandos, entró y salió varias veces de su casa, arrastrando con sus propias manos, los cuerpo de todos los soldados y oficiales que encontraba a su paso. Y que alguno incluso falleció al intentar esta arrastrarlos al interior del edificio
También se sabe, que la propia Reina Isabel II le concedió la medalla de oro de la Beneficencia valiéndole su ingreso en primera categoría en dicha orden civil, pero aunque  su historia no sea demasiado recordada, y hayan pasado otros héroes por aquel lamentable incidente militar, personalmente prefiero quedarme con la imagen de Carlota luchando y poniendo su vida en peligro por salvar a unos desconocidos que veía caer desde su ventana y por eso me he decidido a dejaros este pequeño homenaje en su memoria.

Sargentos del cuartel de San Gil atacando a sus propios oficiales.
Cuartel de San Gil.