A menudo tendemos a pensar que los edificios que nos rodean llevan toda la vida ahí inalterables en el paso del tiempo.
En la composición de hoy podemos ver como Neptuno distraído parece observar las obras del Hotel Palace que por aquel 1912 se erguía sobre el cielo de Madrid para que la capital tuviera un hotel digno de recibir a las más altas personalidades del mundo. Desde entonces ahí nos aguarda anhelante de residir los innumerables e impagables secretos que hay aún nos guardaran sus paredes. Cuantos amores, secretos, confabulación y reuniones se habrán dado allí durante todos estos años. Cuantos sin sabores y sudores gastados para continuar hoy en día siendo una de las referencias hosteleras de Madrid.
Pues si bien es cierto que en nuestro día a día, a veces no caemos en la cuenta, casi nunca las cosas salen solas y si vemos algo perdurar en el tiempo manteniendo su esencia y elegancia inicial, siempre hay un cuidado y mucho trabajo y detrás.
Foto antigua: 1912 Autor desconocido. Por favor si alguien conoce el autor agradecería me lo comentara.
Foto moderna 2015: Sergio Moreno
No encuentro el autor... pero es del archivo de la agencia EFE
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