Calle Carretas

Volvemos con otra ventana en el tiempo que nos desplaza al año 1964, cuando el seiscientos era el rey de la cuidad y cuando las calles adoquinadas invadían nuestro Madrid con su sonoro pasar y con un Teatro Calderón que lleva desde 1917 vistiendo su paisaje de subida, aunque en sus diez primeros años de vida se llamó Teatro Odeon. Espero que os guste esta nueva ventana.

Foto antigua: 1964. Desconozco el autor. Por favor, si alguno lo conoce le rogaría me lo indicara.
Fotografía Moderna: Sergio Moreno 2015.

FRASES Y REFRANES DE MADRID (parte 9)

Continuamos con otra entrega de nuestra recopilación de frases madrileñas. Como siempre al final os añadiré el enlace a las anteriores por si alguno no las pudo ver en su día.

El tren de Arganda que pita más que anda. Esta expresión es un claro ejemplo del graciejo madrileño para comentar y perdurar en el tiempo cualquier momento o situación. EL tren de Arganda fue una de las primeras pruebas de industrialización que llegaron a Madrid, continua a día de hoy haciendo su trayecto (ahora más a título turístico que de modernización), pero la expresión nos deja un perfecto ejemplo de esa costumbre tan castiza de tomarse a guasa cuando algo no funciona con las expectativas iniciales.
Por los Santos, nieve en los altos. Este es un dicho muy madrileño o más bien al de su clima, que nos viene a indicar que para el día de todos los Santos (1 de noviembre), es habitual que comiencen a verse los primeros rastros de nieve en la sierra madrileña la cual anteriormente se podía ver desde casi cualquier punto de la ciudad y que servía de referencia para ver lo que se avecinaba.
De noche todos los gatos son pardos. Este dicho es bastante literal ya que su origen viene de que en la noche madrileña era bastante complicado distinguir a dos personas debido a la falta de luz, de ahí que ente la escasa visibilidad pareciera que todos los madrileños "gatos" eran iguales.
No hay tu tía. Esta expresión quiere decir que no hay manera de hacer una cosa o que algo no tiene solución. Sin embargo su uso es una derivación lingüística ya que el “tu tía” en verdad vienen de atutía, tutía o tutiya, que era un fármaco que se usaba sobre todo para dolencias oculares y que estaba realizado con óxido de zinc. Posteriormente el nombre del medicamento comenzó a usarse como sinónimo de remedio y la expresión se castellanizó separando el tu tía para ser más coloquial.
Para no morir ahorcado el mayor ladrón de España se viste de colorado. Esta frase muy utilizada en el pasado se refería a un hecho que tiene como protagonista  a Francisco de Sandoval y Rojas, I duque de Lerma, que llegó a ser hombre de máxima confianza de Felipe III, siendo uno de los hombres de más poder de aquel Madrid. El caso es que en un momento dado se descubrió un entramado de pufos y corruptelas (algo que no es de ahora aunque nos lo parezca), por el que empezaron a caer sus culpables (como fue Don Rodrigo Calderón Aranda, quién protagonizo también la frase “Más valor que Don Rodrigo en la horca”) el Duche de Lerma, viendo que difícilmente podría librarse de su inculpación, solicita a Roma que le concediera el cargo de cardenal, con el que se libraba de ser ajusticiado y que su amigo el rey le acomodo a su gusto a una mera reclusión en su ciudad de origen, retirado a la vida contemplativa.








Fotografía Javier Mejías. Fuente platicando en plata

Piropo Gran Via.

En Madrid, aunque con el cambio de los usos y costumbres haya caído en desuso, fue durante mucho tiempo cuna del mejor piropo y de la galantería hecha palabra. 
Hoy casi resulta imposible comprender como un hombre podía adular a una mujer a su paso con los ripios y expresiones más castizos e ingeniosos y que esta no se sintiera agredida por ello, pero con el paso de los tiempos y seguramente con la pérdida de la gracia en el que hacer de estos piropos, ha conseguido reducir esta costumbre a casi una ofensa o un ataque de genero machista.
Con esta foto.composición quiero hacer un homenaje a aquel piropo, gracioso, al elegante, al caballeroso que era todo un homenaje verbal a la belleza femenina. 
   

Foto antigua: Catalá Roca. Desconozco el año
Foto moderna: Sergio Moreno 2015.

PRECIADOS GUERRA CIVIL.

Una vez más traigo a nuestros días los estragos de la guerra civil a nuestros días. Siento lo recurrente del tema, pero es tanto el contraste que me desata el poder ubicar todo aquel estrago entre la cotidianidad de nuestras prisas, que por más que lo intento no puedo negarme y cada foto que cae en mis manos de todo aquél horror, me parece digna de rendirle homenaje y de incrustarla entre nosotros.
Reconozco que en esta ocasión es dantesco el contraste ante tanto destrozo y la tranquilidad del paseante que ocioso pasea en busca de sus insulsas compras, pero nunca está de más recordar que cada calle que recorremos en nuestro pasear, lleva miles de años repleta de risas, llantos, amores y miles de diferentes e imprescindibles sentimientos encontrados.


Foto Antigua: Mayo AGA.1937
Foto moderna: Sergio Moreno Octubre de 2015.

Hotel Palace. Neptuno.

A menudo tendemos a pensar que los edificios que nos rodean llevan toda la vida ahí inalterables en el paso del tiempo.
En la composición de hoy podemos ver como Neptuno distraído parece observar las obras del Hotel Palace que por aquel 1912 se erguía sobre el cielo de Madrid para que la capital tuviera un hotel digno de recibir a las más altas personalidades del mundo. Desde entonces ahí nos aguarda  anhelante de residir los innumerables e impagables secretos que hay aún nos guardaran sus paredes. Cuantos amores, secretos, confabulación y reuniones se habrán dado allí durante todos estos años. Cuantos sin sabores y sudores gastados para continuar hoy en día siendo una de las referencias hosteleras de Madrid.
Pues si bien es cierto que en nuestro día a día, a veces no caemos en la cuenta, casi nunca las cosas salen solas y si vemos algo perdurar en el tiempo manteniendo su esencia y elegancia inicial, siempre hay un cuidado y mucho trabajo y detrás.

Foto antigua: 1912 Autor desconocido. Por favor si alguien conoce el autor agradecería me lo comentara.
Foto moderna 2015: Sergio Moreno

ARCO DE CUCHILEROS

Encontrar un fotógrafo en Madrid es algo bastante habitual para cualquiera de los que nos gusta recorrer sus calles objetivo en mano, encontrar a un fotógrafo a las siete de la mañana fotografiando Madrid ya suele costar algo más, pero encontrar al mismísimo Francesc Catalá Roca fotografiando el Arco de Cuchilleros sesenta y dos años después de que él realizara su fotografía, lejos de ser cosa de brujas es un lujo que creo que hasta la fecha sólo hemos podido disfrutar de esta forma.
Espero que os guste la composición, os puedo asegurar que es un absoluto homenaje a este maravilloso fotógrafo por cuyo ojo tantas veces hemos mirado, gracias a cuyo objetivo podemos ver hoy en nuestros días, imágenes que de otro modo hubieran sido imposibles de recordar o inmortalizar. 
Gracias Francesc por toda tu fantástica obra. 


Fotografía antigua: 1953 Francesc Catalá Roca.
Fotografía moderna: Octubre 2015 Sergio Moreno

-ATENTADO ALFONSO XII-

A veces resulta burlesco lo voluble que se vuelve la historia y como algunos hechos se vinculan a lo largo de la historia sin demasiado sentido provocando extrañas coincidencias.
Este es el caso del intento de atentado de Alfonso XII el 25 de octubre de 1878, en el que el a punto estuvo de morir a menos de doscientos metros de donde su hijo, 28 años después también fue víctima de otro atentado que de nuevo también resultó fallido, al sufrir una ataque con una bomba Orsini envuelta en un ramo de flores, que fue lanzada desde lo alto del edificio de la Calle Mayor 88 al paso de la carroza real el día de su boda.
Pero vamos al atentado que hoy nos compete, al de Alfonso XII, el cuál pese ser fallido y no generar heridos alguno, tuvo realmente una bajísima repercusión en los diarios de la época, es más el juicio sumarísimo y la condena a garrote vil que sufrió su protagonista, apenas tuvieron repercusión en los medios escritos de entonces. Pero vamos por partes que nos estamos adelantando.
El atentado ocurrió casi en la esquina en la Calle Mayor, cuando el monarca de regreso de un viaje se dirigía a caballo de camino al Palacio Real acompañando a las tropas que venían de unas maniobras, aprovechando el refugio del gentío que se agolpaba para recibir al monarca por las calles de Madrid, un joven obrero catalán de 23 años, tonelero para más señas y que respondía al nombre de Joan Oliva Moncosí, le descerrajo dos tiros en el pecho a una distancia de apenas un par de metros de su víctima. Los disparos misteriosamente no llegaron a herir al monarca por lo que o bien el pobre de Joan no era demasiado ducho en el manejo de las armas, o bien los nervios de verse a punto de cometer semejante magnicidio hicieron que su pulso no mantuviera la firmeza que el acto requería.
El monarca fue conducido a palacio a toda marcha y el joven reducido en el instante y arrestado por la guardia del Rey, la cual le interrogó, y al declarar este que era de pensamiento republicano, originó la excusa perfecta para poder registrar e irrumpir en diferentes locales de dicho pensamiento, con la intención de recabar pruebas aunque más movido por un interés de registro que por encontrar datos sobre el Joan, que para que nos vamos a engañar ya estaba sentenciado desde el momento de realizar los dos disparos.
El joven al parecer, había llegado una semana antes a Madrid con la idea de terminar con la vida del rey fijada en su cabeza, y al parecer horas antes de su atentado, entró en un café a escribir las últimas líneas de su diario, en la que contaba los pormenores de su atentado y los motivos que le movían.
Finalmente y sin demasiada dilación, pasó a ser juzgado menos de un mes después (12 de Noviembre de ese mismo año) y el 4 de enero de 1879 ejecutado mediante pena de garrote en Chamberí, terminando con su vida de la manera más absurda posible.