Continuamos con otra entrega de nuestra
recopilación de frases madrileñas. Como siempre al final os añadiré el enlace a
las anteriores por si alguno no las pudo ver en su día.
El tren de Arganda que pita más que anda. Esta expresión es un
claro ejemplo del graciejo madrileño para comentar y perdurar en el tiempo
cualquier momento o situación. EL tren de Arganda fue una de las primeras
pruebas de industrialización que llegaron a Madrid, continua a día de hoy
haciendo su trayecto (ahora más a título turístico que de modernización), pero
la expresión nos deja un perfecto ejemplo de esa costumbre tan castiza de
tomarse a guasa cuando algo no funciona con las expectativas iniciales.
Por los Santos, nieve en los altos. Este es un dicho muy
madrileño o más bien al de su clima, que nos viene a indicar que para el día de
todos los Santos (1 de noviembre), es habitual que comiencen a verse los
primeros rastros de nieve en la sierra madrileña la cual anteriormente se podía
ver desde casi cualquier punto de la ciudad y que servía de referencia para ver
lo que se avecinaba.
De noche todos los gatos son pardos. Este dicho es
bastante literal ya que su origen viene de que en la noche madrileña era
bastante complicado distinguir a dos personas debido a la falta de luz, de ahí
que ente la escasa visibilidad pareciera que todos los madrileños
"gatos" eran iguales.
No hay tu tía. Esta expresión
quiere decir que no hay manera de hacer una cosa o que algo no tiene solución.
Sin embargo su uso es una derivación lingüística ya que el “tu tía” en verdad
vienen de atutía, tutía o tutiya, que era un fármaco que se usaba sobre todo para
dolencias oculares y que estaba realizado con óxido de zinc. Posteriormente el
nombre del medicamento comenzó a usarse como sinónimo de remedio y la expresión
se castellanizó separando el tu tía para ser más coloquial.
Para no morir ahorcado el mayor ladrón de
España se viste de colorado. Esta frase muy utilizada en el pasado se
refería a un hecho que tiene como protagonista
a Francisco de Sandoval y Rojas, I duque de Lerma, que llegó a ser
hombre de máxima confianza de Felipe III, siendo uno de los hombres de más
poder de aquel Madrid. El caso es que en un momento dado se descubrió un
entramado de pufos y corruptelas (algo que no es de ahora aunque nos lo
parezca), por el que empezaron a caer sus culpables (como fue Don Rodrigo
Calderón Aranda, quién protagonizo también la frase “Más valor que Don Rodrigo
en la horca”) el Duche de Lerma, viendo que difícilmente podría librarse de su
inculpación, solicita a Roma que le concediera el cargo de cardenal, con el que
se libraba de ser ajusticiado y que su amigo el rey le acomodo a su gusto a una
mera reclusión en su ciudad de origen, retirado a la vida contemplativa.
Fotografía Javier Mejías. Fuente platicando en plata
El referente a la nieve no le conocía , pero el de D. Rodrigo yo le conozco de otra manera aunque no sabía el ¿ por qué? de esa expresión.
ResponderEliminarTienes más orgullo, que D. Rodrigo en la horca,...........que le estaban ahorcando,..........y aún tenia orgullo
SI existen las dos versiones, Más valor y más orgullo, pero lo curioso es que no fue en la horca pues le degollaron.
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