Sin duda el Palacio Real (no solo por ser el más grande de la Europa geográfica), es uno de los palacios más impresionantes y bonitos que uno tiene la posibilidad de admirar, pero lo que no deja de ser cierto por otra parte, es que los jardines que lo rodean aunque bastante bonitos en su mayorías, han adoptado unos nombres que en el mejor de los casos, podían haber sido elegidos con algo de mejor acierto. Vamos a ver los motivos por los que os digo esto.
Jardines de la Plaza de Oriente.
Creo que es el ejercicio de pragmatismo, más claro de toda la ciudad de Madrid. ¿Que tengo una plaza en la parte oriental del palacio?, pues lo llamo Plaza de Oriente y para qué me voy a calentar la cabeza. Ojo, no estoy diciendo que me parezca mal, que hay veces que lo simple por su mera simplicidad resulta encantador, pero creo que la plaza en si misma tiene suficientes elementos de importancia, como para haberla rebautizado en todo este tiempo y haberle dado un nombre con mayor peso específico
Jardines de Sabatini.
No seré yo el que diga que semejante genio como el maestro Sabatini no merece todos los homenajes que sean en nuestra ciudad. Sin duda, es un hombre que dejó una impronta de su trabajo tan maravillosa, como para que cualquier homenaje parezca pequeño, pero estaréis conmigo en que con todo lo que tenemos en Madrid donde participó el hombre embelleciendo nuestra ciudad (incluida su labor en el propio Palacio), no es el lugar más apropiado el darle su nombre a un jardín en el que no sólo no participó, sino que ni existía en su tiempo. No sé, creo que dicho jardín podía haberse llamado de otra manera y reservar al bueno de Francesco otro lugar en el que su obra está más presente, o haya desaparecido, no sé, por ejemplo se me ocurre, la Glorieta de San Vicente, cuya puerta originaria fue creación suya, y que ahora sin ella (la que hay ahora es una “reproducción”) pues no pasaría nada por darle el nombre del maestro en reconocimiento a su obra ya perdida.
Campo del Moro.
El Campo del Moro, que para mí el más precioso de todos (o al menos lo ha sido, que últimamente no pasa por su mejor estado) es el que nos sigue al descender de los Jardines de Sabatini.
El caso es que el nombre de este jardín, está traído un poco por los pelos, ya que cuando se creó en 1931, se le quiso dar un aire histórico. Por ello se pusieron a buscar qué cosas o a qué referencia histórica se le podía hacer referencia y dado que “más o menos” por ese lado del Alcazar en el año 1090, a la muerte de Alfonso VI, había sido por donde los musulmanes al mando de Ali Ben Yusuf habían intentado la reconquista de Madrid, aludiendo a que “más o menos” por la zona del jardín estaban los campos donde las tropas musulmanas habían estado asentados, pues le colocaron el nombre de Campo del Moro y a ver quién es el guapo que viene ahora a decir que estaban más pá allá o más pá acá. Pero hasta esa fecha, si tú preguntabas a un madrileño donde estaba el Campo del Moro, te hubiera mirado como si estuvieras loco y le hablaras de los campos de Graná.
Parque de Atenas.
Y por último, aunque literalmente no rodea al Palacio, lo incluyo por cerrar el círculo, estaría el Parque de Atenas.
Con todos mis respetos a semejante ciudad, cuna de la historia antigua, creo que este jardín no debería ser el que le diera homenaje, como digo, no por pensar que Atenas no deba merecer su homenaje, sino por el hecho de que en este parque se celebraban fustas y torneos a caballo en otro tiempo, y sin darnos cuenta, con este nombre tan ajeno a nuestros orígenes, se le ha desvinculado en gran medida de su vinculación al Palacio o al antiguo Alcázar y creo que recuperar nuestra historia o hacerle el mayor homenaje posible, en este tipo de cosas, sería un buen punto de partida. No me digáis que Parque de las Fustas no sería un buen nombre para el mismo.
Como os comentaba, todo esto es una teoría totalmente personal, de la que tenéis todo el derecho a no estar conformes, pues es solo una apreciación que el nombre de los jardines que rodean al Palacio Real no le hacen justicia o no están todo lo bien elegidos que cabría esperar.
Bueno al menos esta es mi teoría ¿vosotros qué pensáis?
Campo del Moro (Fotografía: Sergio Moreno 2016)