Cuando llega el verano y los niños pasan
grandes cantidades de tiempo entre sus padres, es cuando estos realmente
valoran la importancia de las guarderías, pero ¿se te ha ocurrido pensar cuál
fue la primera guardería de Madrid y una de las primeras de toda España?
Pues bien, esta guardería se la debemos a
la mujer de uno de los reyes menos valorados de nuestra historia, nos referimos
a María Victoria dal Pozzo della Cisterna, mujer de Amadeo de Saboya, cuyo
reinado no llegó a durar ni tres años, debido al poco interés que los madrileños
en particular y los españoles en general, despertaban sobre su figura, más o
menos implantada tras el derrocamiento de Isabel II.
La buena de Victoria, intentó desde un
principio ganarse la simpatía de su pueblo pero estos no estaban por la labor y
lejos de reconocerle sus esfuerzos, la emprendían con saña sobre su figura con
motes como “La reina húmeda” como mofa a sus apellidos o el de “La Reina de las
Lavanderas”.
Este segundo mote es el que nos trae a la
historia de hoy y le vino pues en uno de sus paseos por la ciudad, observó a
las lavanderas que en la orilla del Manzanares ejercían su profesión a la par
de que, con mil ojos, miraban a sus hijos que correteaban entre las aguas salpicándolo
todo y escondiéndose tras las telas tendidas al sol.
Victoria quedó fascinada por la dedicación
de aquellas madres trabajadoras, que aunque deslenguadas y muy poco cultas
(llegaron a tener la prohibición mediante el Real Decreto de 1790, de gritar
mientras trabajaban, debido a los improperios que soltaban por sus boquitas) lo
cierto, es que eran unas madres dedicadas y que se preocupaban por no poder dar
a sus hijos, ni el cuidado, ni la vigilancia que debían o les hubiera gustado.
A la reina se le ocurrió la idea de fundar
con fondos propios, la que sería la primera guardería infantil. En ella las
lavanderas podían dejar a sus hijos por la mañana y recogerles al terminar la
jornada para llevarlos a casa
Para ello, el 13 de Enero de 1872 junto a
la Glorieta de San Vicente abría las puertas La casa del Príncipe, más conocido
como El Asilo de Lavanderas. En él que con la ayuda de las Hijas de la Caridad,
los 300 niños que tenían capacidad en él, además de estar en un lugar más
seguro y sano, que la orilla del Manzanares, también comían diariamente un
plato de comida caliente (un verdadero lujo para mucho de ellos) y recibían
leves conceptos de educación básica. El asilo también tenía unas seis camas que
la reina decidió instalar, para que si alguna lavandera tenía algún accidente
laboral, pudiera reponerse acompañada allí por su hijo y que este no quedara
durante esos días al amparo de la providencia.
Lamentablemente el asilo fue derribado
durante la guerra Civil y aunque en 1946 se volvió a abrir otro para el mismo
uso en la esquina del Paseo de Pontones con el Paseo Imperial, la poca
existencia de Lavanderas en Madrid, transformó su uso en un asilo para hijos de
mujeres trabajadoras, independientemente de su profesión, el cual mantuvo esta
actividad hasta que a principio de los años setenta cerró definitivamente.
En 1981 el ayuntamiento llegó a barajar la
idea de reconstruir el antiguo Asilo de Lavanderas como homenaje a la figura de
aquella tan poco reconocida reina, pero suponemos que finalmente la idea no
cuajó y andará en algún cajón del consistorio, esperando que alguien la desempolve
y saque a la luz.
Nueva Escuela Asilo de las Lavanderas 1945.
(Fuente el Pais)
Lavanderos entre el punte de Toledo y el Puente de Segovia.
Casa del Príncipe o Asilo de las Lavanderas 1934.
(Fuente Libertad Digital)
María Victoria y Amadeo de Saboya
(Fuente forum.alexanderpalace)
Una idea estupenda.
ResponderEliminarPodían " copiar " alguna de sus sucesoras, en vez de gastar el dinero en " trapitos "