La mayoría de vosotros ya me veníais siguiendo por las distintas redes sociales en las que suelo publicar mis cosillas (abajo os dejo enlaces a todas por si no conocéis alguna), pero hoy pongo en marcha una nueva modalidad, que hasta donde sé es novedoso en este campo, y no es otra que el que recibáis las publicaciones directamente en vuestro whatsapp.
El método es muy fácil y totalmente seguro sólo requiere de dos sencillos pasos para que funcione y no tenéis que facilitar ningún dato para registraros:
1 Paso. Deberéis grabar este número de teléfono 650 263 752 en la agenda del teléfono en el que queréis recibir los whatsapps.
De este modo si algún día queréis dejar de recibir las entradas (espero que no sea tu caso) con borrar el número de tu agenda de contactos será suficiente para dejar de recibirlas.
2 Paso El segundo paso es que enviéis un whatsapp a ese mismo número indicando que queréis recibir los post y noticias de mi blog.
No es necesario que deis nombre ni os identifiquéis para nada, pues ningún dato personal será registrado. Simplemente se enviará al número de teléfono al que se solicite un whatsapp con los post que se vayan publicando.
A que es sencillo. Pues ya sabéis, si queréis recibir las publicaciones por este nuevo sistema os espero en el whatsapp.
NOTA: No se contestará ninguna llamada al número de teléfono facilitado, del mismo modo me reservo el derecho de eliminar de la difusión aquel número que crea que no se comporta de manera adecuada.
Por último, como os decía arriba, os dejo el resto de modos de poder seguir mi blog directamente:
Facebook facebook.com/madridnube
Twitter twitter/madridnube
Instagram instagram.com/madridnube
Google plus plus.google DEMADRIDALANUBE
Web www.demadridalanube.com
FRANCISCA DÍAZ CARRALERO.
Vamos a recuperar esa pequeña
costumbre que tenemos de sacar de vez en cuando la historia de algún
protagonista efímero de nuestra Villa y Corte, que si bien su impronta no ha
quedado grabada en nuestra memoria como protagonistas principales, sí que
tienen una historia digna de ser recordada.
Hoy vamos a comentar algo sobre
María Francisca Díaz-Carralero Rodelgo, o como era más conocida en su tiempo,
como “La Ciega de Manzanares”.
Francisca, nació en 1818 en
Manzanares, lugar del que es es hija predilecta desde 2014. Cuando era muy muy
niña huérfana de ambos padres y ciega de ambos ojos, por lo que se encargó de
su crianza una de sus hermanas mayores.
La hermana que debía por fuerza
encargarse del mantenimiento de la familia, solía dejar a Francisca sentada
frente a la ventana de la escuela de Latinidad de Manzanares, para que al menos
la muchacha se entretuviera escuchando lo que allí se decía mientras recaudaba
alguna moneda mendigando y no se tuviera que quedar en casa mano sobre mano sin
entretenimiento alguno. Pero aquello que comenzó como un mero entretenimiento,
se convirtió en algo más cuando el profesor de la clase, decidió invitarla a
que entrara a escuchar las clases desde el interior, aunque no pudiera pagar el
coste de las mismas.
A Francisca le encantaba escuchar
todo lo que allí aprendía y como si de una esponja se tratara absorbía cada
detalle que por sus oídos pasaba. Pero como esto del bullying no es cosa solo
de nuestros días, el resto de estudiantes, ya fuera por no parecerles
apropiadas las vestimentas de la pobre mendiga o porque sus cualidades para el
aprendizaje les dejaba en evidencia, comenzaron a meterse con la pobre ciega
hasta que le hicieron la vida imposible y la obligaron a abandonar las clases.
Pero lo que aquellos niños no podían
arrebatarle a Francisca era el poso que la cultura ya había sembrado en ella, y
la pobre ciega ya se había convertido en una de las mejores improvisadoras y
recitadoras de poesía de su época.
En 1850 se desplaza a la capital
para ingresar en la Escuela de Sordomudos y Ciegos, y además de asistir a sus
clases se hace asidua asistente a las más importantes tertulias literarias del
momento y a recitar sus poemas por las calles a cambio de unas monedas. Se
comenta que incluso Francisca consigue convencer a un par de compinches, que la
comenten el aspecto de los presentes en secreto, y ella compone e improvisas
sus versos sobre las cualidades físicas de sus oyentes, cosa que como es
natural, hacían que los mismos se sorprendieran por el que aquella genial ciega,
no sólo recitara con tanta belleza, sino que sin verles consiguiera armonizar
hasta el más mínimo detalle de su indumentaria.
La fama de Francisca comenzó a
hacerse cada vez más popular, hasta que esta llegó a los oídos del Marques de
Molins, hombre adinerado y gran amante de las letras, el cual la mandó llamar
para que recitara en su presencia. El Marques, para ello organizó una velada
con lo más granado del panorama político y literario de la época. Reunión a la
que asistieron para conocer a La Ciega de Manzanares personalidades como: Bravo
Murillo, Bretón de los Herreros, Amador de los Ríos o Gil de Zarate.
La mendiga Francisca comenzó recitándoles
una composición en la que hablada de su propia ceguera y que decía así:
“Nací, y en el nacer quedeme
ciega,
y lloré sin saber mi desventura:
Hoy sumida en recuerdos y amargura
sólo el llorar mi corazón sosiega.
Su luz, su resplandor el sol me niega;
nunca vi de la luna la hermosura,
ni admiré de la nieve la blancura,
ni vi este rostro que mi llanto riega.”
y lloré sin saber mi desventura:
Hoy sumida en recuerdos y amargura
sólo el llorar mi corazón sosiega.
Su luz, su resplandor el sol me niega;
nunca vi de la luna la hermosura,
ni admiré de la nieve la blancura,
ni vi este rostro que mi llanto riega.”
Para continuar con lo más alabado de
su extenso repertorio.
Fue tal el impacto que la intervención provocó en sus
oyentes, que allí mismo todos los asistentes firmaron una instancia, que tenía
mucho más peso por aquel entonces que una campaña de Change.org, para conseguir
una pensión para aquella genial mendiga poetisa.
Aunque
aquella instancia no fue mano de santo y tardó su tiempo en llegar, al final la
reina Isabel II se la concedió, y aquella mujer que había dado su vida a
transformar su ceguera un nuevos paisajes para sus oyentes, por fin pudo
dedicarse a las letras sin tener que mendigar sus poemas por las calles a
cambio de unas pocas monedas. Y hasta aquí, nuestro recuerdo a esta genial mujer, cuyo amor por las letras consiguió por fin recompensarle por su dedicación.
Si queréis ampliar información sobre este personaje, os recomiendo el libro "La Ciega de Manzanares" de Julián Granados.
Representación de la grandiosa mendiga (Autor desconocido)
NIÑA SOL
Los que ya lleváis un tiempo siguiendo mis ventanas en el tiempo las habéis visto ya de todas las épocas, colores y significados. En la mayoría de ellas suele chocar el cambio del paisaje urbano de Madrid, en otras sin embargo lo que choca es precisamente el ver que nada ha cambiado en determinada calle o edificio. Hoy sin embargo el lugar, que no deja de ser una reconocidísima Puerta del Sol, es lo de menos. Hoy vamos a viajar en el tiempo pero no de una ciudad y de su entorno, sino de sus habitantes y de sus costumbres.
En otro tiempo era lo más normal del mundo encontrar por nuestras calle a niños que ejercieran determinados trabajos, con los que ayudaban en la medida de lo posible, a la complicada situación de sus casas. Todas aquellas niños y niñas, que hoy son nuestros abuelos y bisabuelas tuvieron una infancia que hoy nos parece inimaginable y va por ellos nuestra ventana de hoy.
Fotografía antigua: 1953 Federico Vallina (Fuente José C. Pérez)
Fotografía moderna: 20017 Sergio Moreno.
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Ventanas en el tiempo.
GRAN VÍA EN SU ESPLENDOR
Sin duda si hiciéramos una encuesta entre los madrileños de cuál es actualmente su calle preferida de Madrid, muchos de ellos contestarían que la Gran Vía sin duda es su arteria predilecta, pero lo que no es menos cierto es que esta calle, al menos bajo mi parecer, ha perdido cierto encanto del que mantenía en otro tiempo. No quiero decir con esto que ya no sea una calle bonita, que lo es y espero siga siéndolo de por vida, pero quizá por mis recuerdos de las colas en ella esperando para entrar en el cine, o de los paseos que de niño daba junto a mis padres bajo aquellas impresionantes cartelerías, lo cierto es que para mi si no ha perdido en belleza sí que lo ha hecho en alma y en carácter.
No sé como esto de los gustos es del todo subjetivo aquí os dejo esta ventana en el tiempo, juzgar por vosotros mismos.
Fotografía antigua: Enero 1975 de ABC
Fotografía moderna: Enero 2017 Sergio Moreno
No sé como esto de los gustos es del todo subjetivo aquí os dejo esta ventana en el tiempo, juzgar por vosotros mismos.
Fotografía antigua: Enero 1975 de ABC
Fotografía moderna: Enero 2017 Sergio Moreno
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Ventanas en el tiempo.
GRAN VÍA EN SU ESPLENDOR
Sin duda si hiciéramos una encuesta entre los madrileños de cuál es actualmente su calle preferida de Madrid, muchos de ellos contestarían que la Gran Vía sin duda es su arteria predilecta, pero lo que no es menos cierto es que esta calle, al menos bajo mi parecer, ha perdido cierto encanto del que mantenía en otro tiempo. No quiero decir con esto que ya no sea una calle bonita, que lo es y espero siga siéndolo de por vida, pero quizá por mis recuerdos de las colas en ella esperando para entrar en el cine, o de los paseos que de niño daba junto a mis padres bajo aquellas impresionantes cartelerías, lo cierto es que para mi si no ha perdido en belleza sí que lo ha hecho en alma y en carácter.
No sé como esto de los gustos es del todo subjetivo aquí os dejo esta ventana en el tiempo, juzgar por vosotros mismos.
Fotografía antigua: Enero 1975 de ABC
Fotografía moderna: Enero 2017 Sergio Moreno
No sé como esto de los gustos es del todo subjetivo aquí os dejo esta ventana en el tiempo, juzgar por vosotros mismos.
Fotografía antigua: Enero 1975 de ABC
Fotografía moderna: Enero 2017 Sergio Moreno
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Ventanas en el tiempo.
EL CONDE Y SU GALLINA
El conde Duque de Olivares, que para
muchos es más famoso por las representaciones que de él realizó Velázquez que
por sus propias obras, realmente fue un hombre muy influyente en la corte de su
época, y aunque romano de nacimiento, desde sus 12 años, edad en la que fue
enviado a estudiar a Salamanca, se valió su peso e influencia a base de dinero
y posición en un Madrid que de debatía en peleas de influencers entre el duque
de Lerma y su hijo el duque de Uceda a quien apoyaba nuestro protagonista de
hoy.
Pero si bien el duque dio mucho que
hablar, hoy nos vamos a parar en una anécdota bastante poco conocida sobre el
duque.
Al parecer el bueno de Gaspar de
Guzmán y Pimentel Ribera y Velasco de Tovar, que así se llamaba el bueno del
Conde, tenía un gallinero en el que almacenaba gran número de ellas, cada cual
más exótica y variada. Al parecer Gaspar se tiraba horas con ellas, dándoles de
comer, limpiando su espacio, recogiendo sus puestas y según dice alguna que
otra pluma afilada, incluso cacareando con ellas como si fuera su papá pollo.
Pero de todas ellas nuestro insigne
noble sentía predilección por una gallina de blanco plumaje a la que llamaba Doña
Ana. El duque sentía una gran predilección por ella, y raro era el amigo del Conde
que no hubiera conocido también a la blanca Ana, que dicho así queda muy poético
para referirse a semejante animal.
El caso, es que como decía el Conde sólo
tenía ojos para su Doña Ana, y tanto fue
así, que según comentan algunos escritos de la época cuando la buena ponedora
falleció, el Conde no pudo soportarlo y cayó en una depresión de considerable
importancia.
Tal fue su desdicha que ya nunca más
se encargó de aquél gallinero, ni quiso volver a tener nada que ver con él, por
lo que decidió regalar el terreno sobre el que este se levantaba al rey Felipe
IV, y al cuál accedió de buena gana aunque el regalo finalmente lo pagó el
pueblo de Madrid.
Pues bien,
sobre los terrenos que según cuenta esta historia el Conde Duque de Olivares
tenía su gallinero, es donde posteriormente se levantarían La casa de fieras Retiro, por lo que si es cierta esta historia, la cual parece bastante
probable según algunos escritos que se conservan, no cabe
duda de que el pueblo de Madrid le debe a la memoria de Doña Ana, tan
maravilloso emplazamiento. Lo que está claro en que nunca semejante pollo dio tan
buen caldo.
Detalle del Conde Duque de Olivares de Velázquez (Museo del Prado)
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Curiosidad,
Historia
ASFALTADO PUERTA DEL SOL
Fotografía antigua: Primera década siglo XX de Memoria Visual de Madrid vía historias-matritenses)
Fotografía nueva: Sergio Moreno Febrero 2017.
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Ventanas en el tiempo.
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