Hoy os traigo una historia un tanto desconocida pero que, a
buen seguro, llenó las crónicas del Hola y el Diez Minutos del silo XVIII, y es
que la historia tiene como protagonistas a las tres máximas influencers del
Madrid del XVIII.
Pero antes de ponernos
en materia, vamos a presentar a nuestras protagonistas:
Por un lado tenemos a
la anfitriona, Doña Maria Josefa Alonso Pimentel a la que llamaremos Pepi, por
aquello de abreviar y que se nos haga más grato el personaje, esta dama es más conocida como la Duquesa de Osuna, y en
su palacio de Capricho montaba los más impresionantes saraos de la jet set.
En segundo lugar, tenemos a Albita, que como supongo
estaréis imaginando, no es otra que la mismísima Duquesa de Alba, sí, la que
durante mucho tiempo se pensó que era la Maja Naked de Goya,
Y por último,
dejarme presentaros a Malú, que no es otra que la voluptuosa Maria Luisa de
Parma, mujer del rey Carlos IV y que digamos, por ser benevolentes que no era
la mujer mejor vista de la corte.
El caso es que Pepi y Albita, no se llevaban muy bien entre
ellas que digamos, pero si había algo que podía hacer que ambas se alinearan,
era su más que recalcitrante odio por Malú, la tercera en discordia, y nunca mejor dicho.
Cualquiera de ellas era capaz de revolucionar cualquier
fiesta en las que aparecieran, y en las conversaciones de cualquier reunión
eran siempre trending topic, así como portada de todas las revistas de moda y
tendencia.
Pues bien, una vez que ya conocemos a nuestras tres
creadoras de tendencias, vamos con la historia.
Como os he dicho, la Pepi montaba en su palacio de Osuna
unos saraos de los que en aquel tiempo nadie se los quería perder. Todo su
jardín del Capricho, estaba prácticamente creado para agasajar a sus invitados,
estamos hablando de la creme de la
creme, nada de esas fiestas llenas de futbolistas y tronistas tetudas de Mujeres Hombre y Viceversa, no, para nada, aquello se llenaba siempre de
tronistas, pero de los de verdad, de los que usan corona y no dicen “ej que…”.
Total que la Duquesa Pepi, organizó una fiesta que estaba llamada a ser el
mayor escándalo de la época, y claro tenía que invitar a sus máximas rivales y
enemigas para que vieran lo que era una fiesta de verdad, y aprendieran quién
era la diva de la capi.
Total, que como la Pepi la iba a montar con aquella fiesta,
Malú decidió que ella tenía que hacer algo al respecto para aguarle la fiesta, y que ella sería la más despampanante
del evento, y así aunque la fiesta fuera todo un éxito, todos se fijarían más
en su vestido que en los derroches de su anfitriona.
En esto que la Pepi se entera de los planes de Malú y decide
que tiene que hacer algo para evitarlo, pero claro, su fama de perfecta
anfitriona está en juego, por lo que se encuentra maniatada y decide alíarse con
su otra ene-amiga, Albita, para chafarle los planes a la reinona.
Total, que infiltran a una criada en la corte, para que
se entere de todos los detalles de la reina y se organizan para que sin que la
Pepi pierda su fama de buena anfitriona, Malú se lleve su merecido.
Total, que el día de la fiesta estaba allí la Pepi, guapa a
reventar y elegante como pocas, tenía a todos los Josie como locos, cuando aparece Malú absolutamente radiante, va
dejando a todos con la boca abierta a su paso, y su vestido en un instante
comienza a llenar Instagram de fotografías, corazoncitos y comentarios.
Ya se relamía la Malú por el éxito de su plan, cuando en estas, entra en escena Albita que al
bajar de su carruaje, comienza despertar toda clase de exclamaciones del resto
de invitados, no por lo preciosa de su indumentaria, lo cual era muy común en
ella, sino porque cumpliendo el plan tramado, todas las criadas que acompañaban
a la Duquesa estaban vestidas con una copia muy similar del vestido que había
elegido la reina para arruinar el sarao, por lo que os podéis imaginar el
cabreo que se agarró la Malú y de qué manera, desde aquel día se convirtieron
en las más violentas enemigas.
Desde ese momento comienza la leyenda entre ambas, unos
dicen que se bloquearon en Facebook y que ya nunca volvieron a seguirse, e
incluso hay quienes dicen que Malú llegó a ordenar que Albita fuera envenenada,
pero como eso a día de hoy es ya difícilmente demostrable y todo indica que
sólo fue un rumorcillo sin importancia, pues lo dejaremos para otro día.
Espero que os haya gustado esta crónica rosa de nuestro
pasado, sin duda una anécdota digna de ser recordada.